Sindicatos presionan por la discusión de la jornada laboral y amenazan con protestas ante un posible estancamiento.

En Zaragoza, el 10 de septiembre, se llevó a cabo una manifestación organizada por los sindicatos CCOO y UGT, en la que demandaron a partidos como PP, Junts y VOX que no se opongan a la reducción de la jornada laboral, tema que se someterá a votación en el Congreso de los Diputados este miércoles. Este es un proyecto que, según los sindicatos, representa una oportunidad histórica para más de 300.000 trabajadores en Aragón y aproximadamente 12 millones en el conjunto del país.
Manuel Pina, secretario general de CCOO Aragón, estuvo presente en la concentración frente a la sede de la CEOE en Zaragoza, resaltando la importancia del debate que está por venir. Pina afirma que rechazar el proyecto sin discusión sería un "fraude democrático", ya que se estaría privando a los legisladores de mejorar un acuerdo que ya fue negociado con el Gobierno.
El sindicalista destacó que el verdadero dilema del día no debería ser si la reducción de jornada es favorecedora o no, sino si se otorgará la oportunidad de discutirla en el Parlamento. Aseguró que esta medida se basa en un legado histórico del sindicalismo, al mismo tiempo que propone mejoras en la calidad de vida laboral y en la salud de los trabajadores, así como en la reducción de siniestralidad y un impulso a la economía mediante el aumento del empleo y el consumo relacionado con el tiempo libre.
Respecto a la elección del lugar para la concentración, Pina mencionó que se hizo en frente de la CEOE porque esta organización había bloqueado las negociaciones durante un año y ahora intenta influenciar a los partidos políticos para descartar el proyecto de ley. También subrayó la necesidad de que el diálogo social sea una prioridad, tanto en momentos de éxito como de fracaso, instando a la patronal a comprometerse con este enfoque tal como lo hacen los sindicatos.
Pina insistió en los beneficios de la reforma, señalando que su rechazo sin un debate adecuado podría incrementar la desafección hacia la política. Además, solicitó al Gobierno que presente nuevamente la ley en su totalidad, ya que la reducción de jornada, el control del tiempo laboral, las horas extra y la desconexión digital son aspectos interrelacionados que deben debatirse de manera conjunta.
Por último, el líder sindical anunció que CCOO planea iniciar un proceso de movilización que será continuo. Advirtió que aquellos que voten en contra del debate sobre la reducción de la jornada enfrentarán consecuencias en términos de movilización social. Según Pina, el apoyo popular hacia esta medida es contundente, alcanzando al 80% de la ciudadanía, y los sindicatos no permitirán que esta cuestión caiga en el olvido durante los próximos dos años de legislatura.
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