La 36ª edición del Premio de Arte Santa Isabel de Aragón, otorgado por la Diputación Provincial de Zaragoza, ha sido conquistado por la talentosa artista local Rebeca Zarza, gracias a su obra 'Materia que recuerda'. Esta pieza destaca por su exploración de la relación entre lo digital y lo físico, sorprendiendo al jurado con su aparente simplicidad visual y su compleja ejecución técnica.

El accésit fue otorgado a Ángel L. Martín Saló por su notable serie fotográfica 'Sombra y luz', donde presenta la Azucarera en diferentes momentos del día. Su obra se centra en la interacción entre los elementos presentes, creando una conversación visual que invita a la reflexión.

Las obras premiadas recibirán una recompensa económica de 9.000 y 5.000 euros, respectivamente, y formarán parte de una exposición que incluye otros 15 trabajos finalistas. Esta muestra se puede visitar en el Palacio de Sástago de Zaragoza hasta el 17 de agosto. Entre los artistas finalistas se encuentran Vital Citorés, Rosa Balaguer y Estela Ferrer, entre otros destacados creadores aragoneses.

El anuncio de los ganadores se realizó en una conferencia de prensa celebrada en el Palacio de Sástago, donde participaron Charo Lázaro, diputada de Cultura de la DPZ, así como miembros del jurado, incluyendo a Eugenia Pérez, directora de la Escuela de Diseño Superior de Aragón, y May Forcén, directora del Museo Goya de Fundación Ibercaja.

Este certamen tiene como objetivo visibilizar a los artistas aragoneses, destacando la calidad y originalidad de su trabajo. Rebeca Zarza, con más de 20 años de experiencia en diseño e ilustración, ha creado 'Materia que recuerda' a partir de un boceto digital que fue transformado en una pieza física a través de diversas técnicas, incluyendo polvo de mármol y tintas acrílicas.

La propia artista ha descrito su obra como una superficie texturada que evoca recuerdos, donde lo permanente y lo efímero coexisten. Según Zarza, su creación simboliza la resistencia frente a la rapidez del mundo visual contemporáneo, capturando la tensión entre lo tangible y lo imaginado.

Zarza ha expresado su gratitud por el reconocimiento, señalando la relevancia de premios como el Santa Isabel, que apoyan procesos artísticos a veces invisibles y que fomentan la experimentación. En cuanto al accésit, Ángel L. Martín Saló ha sido elogiado por la atmósfera evocadora de su fotografía, que combina luz y sombra para contar historias visuales.

Martín Saló, quien tiene una trayectoria en el cine, ha afirmado que este premio representa un incentivo para seguir explorando el arte. Su trabajo captura la interacción entre los materiales en La Azucarera, utilizando la luz como elemento narrativo. El artista también ha compartido su agradecimiento a su familia y ha subrayado que el papel de los cuidadores puede ser igualmente artístico.

El Premio de Arte 'Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal' es el reconocimiento más alto en el ámbito cultural otorgado por la Diputación de Zaragoza y está destinado a artistas de cualquier disciplina. Este año, un total de 67 creadores presentaron sus obras para el concurso.

La Diputación continúa promoviendo y apoyando la creación artística en todos sus formatos, desde la pintura hasta instalaciones y más. A lo largo de más de tres décadas, el premio ha reconocido a numerosos talentos como Fernando Martín Godoy y Jorge Usán.

El jurado de esta edición 2025 estuvo formado por May Forcén, María Eugenia Pérez de Mezquía, Rafael Pueyo Royo y Ricardo Centellas, en calidad de secretario. Rebeca Zarza, nacida en 1981, ha presentado su obra en festivales y exposiciones nacionales e internacionales, consolidando su posición en el mundo del arte contemporáneo.

Por otro lado, Ángel L. Martín Saló, nacido en 1970, es un cineasta que ha recibido diversos galardones en su trayectoria, así como reconocimiento reciente en fotografía. Su trabajo ha sido presentado en exposiciones internacionales, marcando así su transición hacia esta nueva faceta creativa.