Crónica Aragón.

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Lituénigo celebra su herencia cultural en la XXIII Feria de Oficios Olvidados.

Lituénigo celebra su herencia cultural en la XXIII Feria de Oficios Olvidados.

La localidad de Lituénigo se prepara para ser el epicentro de la cultura aragonesa el próximo sábado, 5 de julio, con la celebración de la XXIII Feria de Oficios Perdidos. Este evento, que tiene como objetivo revivir tradiciones y dar a conocer productos artesanales, promete un ambiente festivo que exaltará la historia y las costumbres populares de la región.

Clara García, alcaldesa de Lituénigo, compartió detalles del evento en una rueda de prensa llevada a cabo en la Diputación de Zaragoza, donde estuvo acompañada por el diputado provincial Eduardo Arilla, el presidente de la Asociación Cultural Los Ancebillos, Mariano Tejedor, y Guillermo García, encargado de la comunicación del evento.

Este encuentro, bien afianzado en el ámbito cultural de Aragón, es, según la regidora, "un tributo a nuestra historia y a las raíces que nos definen como comunidad". La feria contará con aproximadamente 50 puestos que recrearán antiguas profesiones como hilanderas, herreros y alfareros, entre otros, donde los participantes lucirán vestimentas representativas de sus oficios.

“Nuestro objetivo es revivir la vida rural de épocas pasadas y mantener viva la memoria de nuestros mayores”, apuntó la alcaldesa, quien subrayó que varios de los primeros feriantes ya no están con nosotros o son muy mayores. Esta feria representa un desfile de la historia viva que ha marcado a la comunidad.

García también destacó la implicación activa de los residentes, afirmando que "las nuevas generaciones, junto a aquellos que eran jóvenes al principio de la feria, están comprometidas a seguir con esta tradición”. Resaltó que “es asombroso cómo un pequeño pueblo, de apenas cien residentes, puede llevar a cabo un evento de tal magnitud”.

Mariano Tejedor expresó su admiración por la cantidad de socios de la Asociación Cultural Los Ancebillos, que llega a 538 en un pueblo de tan solo 125 habitantes, resaltando el compromiso de toda la comunidad, incluidos los más jóvenes, quienes ya están participando en tareas organizativas como la gestión de espacios y la logística del evento.

El presidente de la asociación enfatizó que alrededor de 40 de los 50 artesanos participantes son del pueblo, lo que garantiza autenticidad y conexión con el legado familiar de cada oficio. “Son personas que han crecido viendo a sus antepasados trabajar, lo que otorga a la feria una fortaleza única”, añadió.

Guillermo García describió la feria como un “museo al aire libre” donde se exhiben oficios tradicionales, complementados con música folclórica. Además, subrayó la importancia del uso de medios digitales para llegar a un público más joven, una estrategia que se ha vuelto crucial en los tiempos actuales.

Eduardo Arilla, diputado provincial, elogió la afluencia de visitantes que atrae este evento. “El trabajo que han realizado y el prestigio que han obtenido a lo largo de los años son dignos de reconocimiento. Es un esfuerzo por rescatar oficios que han sido parte fundamental de nuestra cultura y que lamentablemente están en peligro de extinción”, comentó.

Arilla también destacó la relevancia de recordar las contribuciones de las generaciones pasadas para que los jóvenes comprendan el valor de su herencia cultural. “Este tipo de recreaciones son esenciales para que comprendan la historia de sus abuelos y otros ancestros”, reflexionó el diputado.

Las actividades comenzarán a las 10:00 horas con el pregón inaugural y una tradicional demostración de siega. A lo largo del día, diversas calles y plazas del pueblo ofrecerán actividades ambientadas, con talleres y exposiciones de productos locales.

En la plaza del Castillo y zonas aledañas se concentrarán los oficios tradicionales y espectáculos en vivo, mientras que en la plaza de la Iglesia se podrá visitar el Museo del Labrador y participar en talleres dirigidos por artesanos. Por su parte, las calles San Blas y San Miguel exhibirán productos gastronómicos típicos como quesos y chorizos, además de juegos populares.

Finalmente, la Cuesta de la Fregadera y el Barrio Bajo serán el escenario donde se podrán apreciar las técnicas de trabajo de carboneros, toneleros y escribanos, entre otros oficios que narran la rica historia de Lituénigo y sus tradiciones.