El 4 de octubre, la portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, ha instado a la alcaldesa, Natalia Chueca, a dialogar con el portavoz de Vox, Julio Calvo, para que este reconsidera su decisión de no participar en el reconocimiento de la Casa Palestina en Aragón como Hija Predilecta de la ciudad.

Ranera ha criticado lo que considera una "deriva" del gobierno municipal dirigido por Chueca, quien, según ella, ha apostado por cedencias y un "blanqueo" a los postulados de Vox. Esta situación, ha dicho, ha traído consigo la eliminación de declaraciones en favor de los derechos humanos y la gestión de eventos como el promovido por el padre Guilherme, quien organiza un acto provida financiado con recursos municipales.

La portavoz socialista subrayó la importancia institucional de los premios otorgados el próximo sábado, como la Medalla de Oro y los títulos de Hijos e Hijas Predilectos. Reiteró que su grupo votaría a favor de aquellos premiados, independientemente de las preferencias personales, siempre que se mantenga el respeto hacia el marco democrático. Por ello, ha instado a Chueca a restablecer la "normalidad institucional" en la ciudad.

Ranera ha advertido que, si la alcaldesa no toma medidas para abordar esta cuestión, no sabe cuáles serán las próximas implicaciones. Argumentó que es fundamental "llamar a las cosas por su nombre", haciendo hincapié en que, al hablar de Palestina, se está aludiendo a un "genocidio", una afirmación que asegura ser respaldada por la voz del pueblo en las calles.

En relación al Partido Popular, Ranera expresó su desilusión ante su postura actual, recordando que históricamente ha sido un partido que buscaba la centralidad y el consenso. A su juicio, en este momento es esencial que el PP limite la influencia de Vox, ya que este último está construyendo una narrativa política muy peligrosa.

Además, cuestionó la validez de las fuentes que sustentan la negativa de Julio Calvo al reconocimiento a la Casa Palestina, sugiriendo que su credibilidad es tan baja como la del denominado síndrome postaborto. Para Ranera, el verdadero objetivo de Vox es retroceder en derechos humanos, y lo peor es que la alcaldesa está cediendo ante este tipo de ideologías.