
Este domingo, la capital aragonesa fue escenario de una notable manifestación organizada por la plataforma 'Zaragoza no se vende', que reunió a miles de ciudadanos para expresar su desacuerdo con la dirección urbanística promovida por el Ayuntamiento, dirigido por el Partido Popular.
A pesar del clima frío y lluvioso, más de 40 organizaciones, que abarcan desde asociaciones de vecinos hasta movimientos sociales y partidos políticos, se unieron para criticar la gestión de la alcaldesa Natalia Chueca, a quien acusan de ignorar la participación ciudadana en favor de intereses especulativos y financieros.
La protesta, que comenzó en la Glorieta Sasera a las 12:00 horas, avanzó por la calle Alfonso y culminó en la emblemática plaza del Pilar, llenando el Paseo de la Independencia con críticas hacia diversos proyectos, entre ellos la extensión del Parque de Atracciones, la remodelación del estadio de La Romareda, el desarrollo inmobiliario en el skatepark de Vía Hispanidad y la permuta de terrenos vinculados a Instalaza, además de un nuevo hospital privatizado en la Avenida Gómez Laguna.
Los manifestantes exhibieron lemas contundentes en sus carteles, tales como "Otra ciudad es posible", "Para estadios hay dinero, para la juventud, recortes", "Salvemos los Pinares de Venecia" y "Más árboles y menos florecitas", poniendo de manifiesto su descontento ante lo que consideran un enfoque económico perjudicial que favorece intereses privados sobre el bienestar de la comunidad.
Los organizadores de la movilización han dejado claro que esta protesta es solo el inicio de una serie de acciones planificadas para contrarrestar lo que consideran "las anticuadas políticas de especulación", que, según ellos, llevaron a la crisis económica de 2008. Reiteran su preocupación por la continua "descapitalización" de la ciudad por medio de la venta de bienes públicos en beneficio del sector privado.
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