
El pasado martes, el sistema de salud de Aragón reanudó su actividad habitual después de verse interrumpido por un apagón que afectó a toda la península ibérica el lunes 28 de abril. A pesar de la situación, se garantizó la atención de urgencias en todos los centros médicos de la región.
El Gobierno de Aragón ha reportado que los hospitales lograron mantener su operatividad gracias al uso de generadores eléctricos y otros sistemas de respaldo. La eficaz respuesta ante esta crisis ha sido notable, lo que demuestra la preparación de las instalaciones para afrontar situaciones de emergencia.
Las infraestructuras hospitalarias están equipadas con diversos sistemas de suministro de energía de emergencia, que incluyen fuentes adicionales de electricidad, grupos electrógenos y circuitos de alimentación ininterrumpida, lo que garantizó que las necesidades básicas se cubrieran durante el corte de suministro.
Además, el Gobierno suministró gasóleo a los hospitales para asegurar la continuidad del servicio en caso de que el apagón se extendiera. Aunque no todos los suministros llegaron a ser utilizados, se destacó la entrega de 5,000 litros al Hospital Universitario Miguel Servet y 4,000 litros al Hospital Clínico, ambos ubicados en Zaragoza. En un principio, el Hospital Miraflores solicitó combustible, pero luego canceló la petición al verificar que no lo requeriría.
En el Hospital Servet, dos de los tres grupos electrógenos estuvieron en funcionamiento durante la crisis. Aunque uno solo es suficiente para mantener la energía en todo el complejo, la existencia de tres unidades es una medida de seguridad. Sin embargo, se reportó un mal funcionamiento en el sistema de uno de ellos, lo que llevó a la activación de dos generadores. Afortunadamente, la electricidad fue restaurada entre las 17:30 y 18:00 del lunes, por lo que un generador adicional que se había pedido no resultó necesario.
A pesar de la buena respuesta de los sistemas de energía, el apagón ha provocado picos de tensión que afectaron a servidores y equipos médicos esenciales. La atención médica está profundamente integrada a través de sistemas como la Historia Clínica Electrónica y otros, lo que requirió un proceso de verificación para restablecer completamente todos los servicios.
Ciertos equipos de radiodiagnóstico, como tomógrafos y aceleradores, experimentaron retrasos en su reactivación, aunque para el martes a las 10:00 la mayoría ya funcionaba normalmente. La actividad quirúrgica programada también se reanudó, aunque no se realizaron operaciones que estaban previstas para el lunes por la tarde.
En términos de cirugía de urgencia, las operaciones se llevaron a cabo sin problemas. Sin embargo, unas 150 intervenciones programadas para el lunes por la tarde fueron suspendidas, representando un 30% del total de cirugías diarias. Estas incluyeron cancelaciones en distintos hospitales de la región, que serán reprogramadas a la brevedad.
En los hospitales de Zaragoza, se suspendieron 23 operaciones en el Hospital Nuestra Señora de Gracia, 11 en el Royo Villanova, 53 en el Miguel Servet y 32 en el Clínico. Los pacientes de oncología, digestivo y reumatología que vieron sus citas canceladas serán atendidos el 1 de mayo para compensar su espera.
Los servicios de urgencias funcionaron con normalidad tanto el lunes como el martes, y el 061 atendió a 61 domicilios para proporcionar información sobre el uso de bombonas de oxígeno, entregando un total de 22 que serían recogidas posteriormente.
Las comunicaciones del 061 se normalizaron alrededor de la medianoche, y no se registraron nuevas llamadas de la Estación Delicias el martes. La atención primaria comenzó a restablecerse gradualmente tras el apagón, comenzando solo con urgencias al inicio del incidente. La progresiva reactivación del suministro eléctrico permitió la atención en la mayoría de los centros para ese día.
En Huesca, no se reportaron incidentes significativos, aunque algunos centros necesitaron generadores, mientras que las vacunas fueron trasladadas al Hospital San Jorge para preservar su cadena de frío. En Barbastro, el centro de Aínsa fue el último en recuperar el suministro a las 23:00 horas, y se presentaron problemas de conexión en varias localidades.
Los cortes de luz también afectaron a otros hospitales en la zona de Alcañiz, donde las vacunas debieron ser trasladadas. En esta área, el suministro eléctrico y el servicio telefónico continuaron mostrando fallos el martes. En Teruel, algunos problemas de comunicación aún persistían por la mañana, mientras que el centro de Calatayud pudo ofrecer atención urgente sin inconvenientes gracias a un generador proporcionado por Protección Civil.
En Zaragoza, los inconvenientes de luz, internet y líneas telefónicas fueron más pronunciados en el Sector 1. No obstante, la cooperación entre hospitales, centros de salud, protección civil y administraciones ha permitido asegurar la continuidad de los servicios esenciales y la correcta conservación de material crítico, como vacunas y otros medicamentos sensibles a la temperatura.
Desde la Consejería de Sanidad, se ha elogiado el esfuerzo de todos los profesionales que respondieron a esta situación excepcional, así como el apoyo de los servicios técnicos y administrativos que participaron en el mantenimiento y recuperación de las operaciones. También se agradeció a los ciudadanos por su comprensión y responsabilidad durante esta crisis.
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