El Primer Viernes de Mayo en Jaca, Huesca, ha reunido a unas 30.000 personas a pesar de la lluvia, y gracias a un robusto dispositivo de seguridad, la jornada transcurrió sin altercados. La única incidencia registrada fue una parada cardiorrespiratoria sufrida por un hombre, quien ya se encuentra estable tras recibir atención de los servicios de emergencia de Cruz Roja.

La Comisaría de la Policía Nacional de Jaca lideró la operación de seguridad, movilizando a todo su personal y contando con el apoyo de diversas unidades especiales. Entre ellas se destacó la Unidad de Intervención Policial y el Servicio de Medios Aéreos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, así como la Unidad de Controles Móviles de la Comisaría Conjunta de Canfranc-Urdós y el Grupo de Hurtos de la Comisaría Provincial de Huesca.

La Policía Local de Jaca también desempeñó un papel crucial, desplegando la totalidad de su equipo para garantizar la seguridad durante las festividades. Su presencia fue fundamental para mantener el orden y atender cualquier eventualidad que pudiera surgir en un evento de tal magnitud.

Junto a las fuerzas de seguridad, se unieron a la coordinación Protección Civil, Cruz Roja y los Bomberos. Todos ellos trabajaron en el Centro de Coordinación Operativa (Cecor), que facilitó la comunicación y la toma rápida de decisiones entre los distintos cuerpos de emergencia presentes.

La atención médica más significativa del día ocurrió cuando, durante el inicio del himno, un hombre mayor colapsó en la calle Mayor. Un miembro de Cruz Roja fue el primero en intervenir, iniciando las maniobras de reanimación, mientras los agentes de policía le brindaron apoyo en la situación crítica.

Gracias a la pronta actuación de los servicios médicos, el hombre pudo ser estabilizado y trasladado en una ambulancia UVI. Los agentes permanecieron en el lugar para ofrecer apoyo emocional a sus familiares, asegurándose de que recibieran la ayuda necesaria mientras la situación se resolvía.