TERUEL, 20 de marzo. La ciudad de Málaga ha sido el escenario del esperado estreno de la película 'La furia', una intensa obra cinematográfica que aborda el dolor y la ira vividos por una víctima de violencia sexual. Dirigida por Gemma Blasco, este film se llevó a cabo en Torrevelilla, un pintoresco pueblo de la provincia turolense, gracias al apoyo de la Teruel Film Commission (TFC) de la Diputación de Teruel.

La Teruel Film Commission se encuentra participando activamente en la 28 edición del Festival de Cine de Málaga, una oportunidad idónea para dar a conocer a la provincia como un atractivo destino para la producción cinematográfica.

'La furia' se centra en la rabia que emerge tras un agravio injusto. Desde la dirección subrayan que, más que hacer hincapié en la venganza, la narrativa se enfoca en el proceso interno de una joven actriz, asolada por el trauma de haber sido violada en una fiesta de Año Nuevo por un conocido cuya identidad no logra discernir.

La directora Gemma Blasco reveló que, aunque la película no es autobiográfica, está inspirada en sus experiencias personales. "A los 18 años sufrí una agresión sexual y poco después comencé mis estudios de cine. Me aislé en el mundo del cine para buscar obras que me ayudaran a enfrentar ese trauma", compartió.

Blasco continuó explicando su frustración al no encontrar películas que reflejaran adecuadamente el dolor en esos momentos oscuros. "Me identificaba más con las pinturas sombrías de Goya que con otros filmes, por eso deseaba crear algo visceral y auténtico, que se alejara del moralismo y mostrara a una protagonista fuerte", añadió.

'La furia' es un proyecto que compite por la Biznaga de Oro en el Festival de Cine de Málaga y ha tenido su presentación en el prestigioso South by Southwest (SXSW) en Austin, Texas. Gemma Blasco, conocida por su trabajo previo en el filme experimental 'El Zoo', ha entregado un intenso retrato de la protagonista, interpretada por Ángela Cervantes, en un papel que demanda mucha expresión física.

"El cuerpo desempeña un papel crucial en la narrativa. Después de una tragedia de tal magnitud, es complicado verbalizarlo; el cuerpo mismo se convierte en vehículo de expresión", explicó Cervantes sobre su personaje.

La joven protagonista se embarca en un viaje emocional, donde canaliza el dolor y la frustración que emergen tras la agresión. En el filme, el mito de Medea se convierte en un relato contemporáneo que refleja la lucha diaria de muchas mujeres que enfrentan consecuencias devastadoras tras sufrir violencia de género, según comentó la actriz.

Gemma Blasco también resaltó la dimensión trágica de la obra, inspirándose en la figura de Medea, quien, al igual que la protagonista, busca asumir su propio dolor y transformarlo en poder. "La ficción puede ser un medio para explorar estos temas y, en cierto modo, la película también representa mi propia lucha interna", precisó la directora.

La historia también incluye al hermano de la protagonista, interpretado por Àlex Monner, quien enfrenta un abismo emocional tras la revelación de su hermana, ampliando así el sentimiento de incomprensión que rodea a la joven. "A través de mi personaje, la directora parece haber canalizado su propia venganza. Es un hombre muy sobreprotector que acabe convirtiéndose en un antagonista en esta historia", reflexionó Monner.

A pesar de su buena voluntad, este hermano no sabe cómo apoyar a su hermana en su camino, lo que causa aún más desconexión entre ellos. "Es un personaje que carece de las herramientas para manejar la situación, y en vez de acercarse y escuchar, se aleja", agregó el actor.

Gemma Blasco también incorpora dos metáforas fundamentales en el film: la obra de Eurípides sobre Medea y la caza, actividad que apasiona a la familia de la víctima. "Quería explorar lo animal en mis imágenes, lo que viví desde pequeña, y eso se tradujo en un guion cargado de visceralidad. El pueblo donde se desarrolla la película es el mismo que me vio crecer, y mi intención era reflejar esa dualidad en la trama", concluyó la directora.