El pasado sábado 5 de abril, el Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza lamentó la pérdida de Carlos Carnicer Díez, quien fue decano de la institución durante diez años, desde 1991 hasta 2001, y posteriormente ocupó la presidencia del Consejo General de la Abogacía hasta 2016.

Las autoridades del Colegio destacaron las cualidades de Carnicer, resaltando su capacidad de liderazgo y carisma, que dejaron una marca profunda en ambas instituciones. En su comunicado, se refirieron a él como un gran decano y presidente que fue esencial para el impulso del Colegio y del Consejo, además de ser pionero en la modernización y creación de nuevos servicios para la Abogacía.

Además de sus roles en el Colegio, Carnicer tuvo una carrera destacada en diversas organizaciones, incluyendo su presidencia en Unión Profesional y su labor en el Consejo de Estado, entre otros puestos. Aquellos que tuvieron el privilegio de conocerle lo describen como un abogado visionario, un compañero generoso y un defensor inquebrantable de los derechos humanos, convirtiéndose en un referente para la abogacía a nivel local, regional y nacional. El Colegio siente un profundo orgullo por haber contado con su presencia como colegiado y más tarde como Decano.

A lo largo de su trayectoria, Carnicer fue reconocido con múltiples distinciones. En 2022, el Colegio le otorgó la consideración de Colegiado de Honor por sus cinco décadas de dedicación profesional. Al año anterior, en 2021, recibió el Premio Valores como presidente honorífico y fundador de la Fundación Abogacía, un reconocimiento al impacto significativo que tuvo en el campo legal.

Desde que dejó su cargo en el Consejo General de la Abogacía en 2016, el salón de actos del ReICAZ lleva su nombre, perpetuando así su legado en la historia de la abogacía en Zaragoza.