León XIV se presenta ante la comunidad mundial como un destacado intelectual, cuya sonrisa característica irradia acogida y empatía hacia quienes lo rodean. Su reciente elección como Papa ha suscitado expectativas en varios sectores, especialmente entre aquellos que han tenido el privilegio de conocerlo en su trayectoria religiosa.

En Zaragoza, el padre Pablo Tirado, director del colegio San Agustín, está convencido de que el nuevo Papa visitará España. Su experiencia personal con León XIV, anteriormente conocido como Robert Francis Prevost, durante su tiempo como prior general de la orden, ha fortalecido su esperanza de que volverá a pisar tierras aragonesas, donde ya estuvo en 2005.

El padre Tirado, quien tuvo la oportunidad de convivir con Prevost en Roma entre 2003 y 2006, enfatiza su convicción de que la visita se concretará. Su relación se fundó en un periodo de estudios de teología, donde compartieron momentos cotidianos en la curia, lo que les permitió forjar una amistad genuina.

A pesar de no coincidir en el primer viaje de León XIV a Zaragoza, el padre Tirado recuerda con aprecio la dedicación del entonces prior general por visitar personalmente las instituciones de su orden. La conexión entre ambos, forjada en años de convivencia, deja claro que el padre Pablo se siente preparado para extenderle una invitación al actual Papa para que regrese a la ciudad.

La elección de León XIV trajo consigo una mezcla de alegría y sorpresa al padre Tirado. Conocedor de su carácter y capacidades, expresó que, a pesar de ser un nombramiento inesperado, es un momento histórico. León XIV se convierte en el primer Papa agustiniano, un hito que resuena con fuerza entre los que comparten su espiritualidad.

Al describir la personalidad de León XIV, el padre Tirado subraya su tranquilidad y cercanía, comparándolo con la figura de Benedicto XVI. Esta combinación de timidez y cercanía ha dejado una impresión positiva en quienes lo conocen. Su sonrisa constante es, según Tirado, un sello distintivo que genera confianza y respeto.

Además de su cercanía, León XIV se identifica también como un académico, reflejando así los valores de la orden agustiniana en cuanto a la importancia del estudio teológico. El padre Tirado destaca que este enfoque intelectual es un legado de San Agustín, centrado en la búsqueda del conocimiento y la comprensión de la fe.

Para el colegio San Agustín, la elección de un Papa de su orden implica una gran responsabilidad. El padre Tirado argumenta que este reconocimiento reafirma la necesidad de llevar adelante la espiritualidad agustiniana en todos los ámbitos donde operan, ya sea en colegios, parroquias o en actividades apostólicas. Con la designación de León XIV, se abre un nuevo capítulo en la historia de la iglesia que invita a los agustinianos a ser luces de esperanza en la sociedad actual.