Crónica Aragón.

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Dinópolis exhibe más de 40 fósiles de reptiles voladores en el 'Open Dino Teruel'.

Dinópolis exhibe más de 40 fósiles de reptiles voladores en el 'Open Dino Teruel'.

TERUEL, 23 de marzo.

La Fundación Dinópolis ha anunciado un hallazgo arqueológico impresionante: más de 40 fósiles de un reptil volador descubiertos en el yacimiento conocido como 'El Pozo' en El Castellar. Esta revelación se produjo durante la celebración del primer 'Open Dino Teruel', un evento educativo que mostró los avances en las excavaciones de áreas como Mosqueruela, Riodeva y Castellote, además de El Castellar.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de observar los trabajos de excavación y conservación llevados a cabo por la Fundación Dinópolis en El Pozo, una zona geológicamente activa que data del Jurásico Superior, aproximadamente hace entre 150 y 145 millones de años. Anteriormente, este yacimiento era célebre por las huellas de grandes dinosaurios saurópodos, así como de pequeños ornitópodos, todos herbívoros.

Desde el segundo semestre de 2021, las excavaciones en El Pozo han dado lugar al descubrimiento de cerca de 900 nuevas icnitas, llevando a un total de alrededor de 1.000 huellas de dinosaurios en el lugar. Algunas de estas huellas, de aproximadamente 80 centímetros de largo, pertenecen a grandes saurópodos; sin embargo, también se han encontrado huellas más pequeñas que miden unos 20 centímetros.

Este dato sugiere que existía una amplia variedad en la altura de las caderas de estas criaturas, con ejemplares más grandes alcanzando hasta 3,7 metros, mientras que los más pequeños rondarían los 0,9 metros. En términos de longitud, estos saurópodos podrían variar entre 4 y 20 metros.

Cabe destacar que la mayoría de las nuevas icnitas encontradas corresponden a pequeños ornitópodos, que tendrían una altura aproximada de 70 centímetros a la cadera. Muchas de las huellas se agrupan en rastros, lo que sugiere comportamientos sociales entre estos dinosaurios.

Además, junto a las huellas de los ornitópodos pequeños, también se han identificado algunas de mayor tamaño, que indican una altura de cadera de hasta 2 metros para sus creadores. Un candidato para la producción de estas huellas es el ornitópodo Oblitosaurus bunnuelli, conocido en Aragón por sus 6-7 metros de longitud y procedente de otro yacimiento en Riodeva, 'Barrihonda-El Humero'.

La diversidad en las icnitas de un solo yacimiento es una característica inusual y relevante, lo que sugiere que un estudio más profundo sobre estas huellas podría ofrecer valiosos datos sobre el comportamiento social de los dinosaurios, tanto juveniles como adultos.

El yacimiento de El Pozo no solo alberga icnitas de dinosaurios herbívoros, sino también de terópodos, con diversos tipos y tamaños, cuya investigación está en marcha actualmente.

En total, El Pozo es uno de los 87 yacimientos de dinosaurios catalogados en el municipio, y destaca por contar con más de 2.000 icnitas, lo que lo convierte en uno de los más ricos en huellas de dinosaurios del Jurásico Superior en España.

En esta última campaña de excavación presentada en el evento Open Dino Teruel, el equipo de la Fundación Dinópolis se mostró gratamente sorprendido por el hallazgo de más de 40 fósiles que pertenecen a reptiles voladores. Estos restos, encontrados en un área reducida del yacimiento, incluyen elementos del esqueleto axial, como vértebras, y del apendicular, principalmente falanges alares.

La rareza de este hallazgo radica en la fragilidad de los huesos de los pterosaurios, que dificulta su conservación, por lo cual el registro fósil de estos animales en el Jurásico español es bastante limitado. Se estima que el pterosaurio descubierto en El Pozo coexistió con dinosaurios como el saurópodo Turiasaurus y el ornitópodo Oblitosaurus.

Los investigadores esperan que este hallazgo pueda aportar nueva información sobre los ecosistemas costeros en el este de la Península Ibérica hace aproximadamente 150-145 millones de años, solidificando la relevancia de El Pozo como un yacimiento fundamental del Jurásico Superior en Europa.

El consejero de Turismo y Medio Ambiente, Manuel Blasco, también presidente del patronato de la Fundación Dinópolis, participó en el evento y compartió este importante descubrimiento con los asistentes, quienes quedaron maravillados por el hallazgo de los fósiles del reptiles volador.

Los visitantes del Open Dino Teruel también disfrutaron de una jornada educativa en otro notable yacimiento, 'El Barranquillo', ubicado en Castellote. Allí se exhibieron los restos fósiles de cuatro árboles que datan del final del Cretácico Inferior, aproximadamente hace 100 millones de años.

Los asistentes aprendieron sobre la importancia de este sitio a través de las explicaciones de expertos en paleobotánica y restauradoras de la Fundación, quienes compartieron valiosos conocimientos sobre la formación del yacimiento y su conexión con la geología local, así como las características de los árboles fosilizados.

Se exploraron además temas como el clima y las condiciones ambientales en la época de estos árboles, así como su relación con los dinosaurios que habitaron la región de Teruel. También se compartieron detalles sobre las recientes actividades de la Fundación en términos de museografía y conservación de este tipo de restos fósiles.

Finalmente, los paleontólogos de la Fundación Dinópolis dirigieron una jornada en el yacimiento Mas de Pérez, en Mosqueruela, donde participaron alrededor de 30 personas. Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer cómo era el ecosistema de Mosqueruela hace 100 millones de años, cuando el área era parte de un mar precursor del Mediterráneo, el Mar de Tetis, que fue recorrido por dinosaurios carnívoros cuyos rastros quedaron impresos en la arena.

Los visitantes pudieron observar y reconocer varias decenas de huellas fósiles gracias a la labor de los paleontólogos de la Fundación.

En Riodeva, donde se encuentra la sede 'Titania' de Dinópolis, el público también tuvo la oportunidad de aprender sobre el patrimonio paleontológico de la región, comenzando con una visita a la nueva escultura a tamaño real de Turiasaurus riodevensis, donde se detallaron los contextos históricos y geológicos del área.

Posteriormente, se realizaron trabajos de excavación y se presentaron los fósiles hallados en la última campaña, permitiendo a los visitantes ver in situ los restos fósiles en un yacimiento de sedimentos del Jurásico Superior, con una antigüedad de 150 millones de años.