Detenidos 5 individuos en Cantabria y Bilbao por más de 40 robos en distintas provincias, incluyendo Zaragoza.
SANTANDER/ZARAGOZA, 14 Nov.
La Guardia Civil y la Ertzaintza han llevado a cabo una operación conjunta en Cantabria y Bilbao, que ha resultado en la detención de cinco miembros de una banda delictiva. Se les atribuye la responsabilidad de al menos 42 robos en viviendas en varias provincias del norte del país, incluyendo Zaragoza.
Este grupo delictivo se caracteriza por ser itinerante, organizado y disciplinado, con una clara división de roles y altos niveles de seguridad. También se les acusa de cometer delitos de falsedad documental en placas de matrícula y de pertenencia a una organización criminal.
La operación, conocida como 'Habitat-Mena2', sigue en curso y no se descarta la posibilidad de realizar nuevas detenciones y esclarecer más robos, según informaron las autoridades policiales.
En un principio, el Servicio de Investigación Criminal de Álava de la Ertzaintza y la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos comenzaron investigaciones separadas sobre el aumento de robos en viviendas en sus respectivos territorios durante este año.
Estos hechos generaron gran malestar entre las víctimas y un ambiente de inseguridad entre los vecinos, debido a la aparente impunidad y rapidez con la que los delincuentes llevaban a cabo los robos.
Además de las investigaciones, la colaboración ciudadana fue determinante para seguir una línea de investigación clara, según se informó.
En un punto determinado, las pesquisas realizadas sobre ciertas personas coincidieron entre ambas fuerzas policiales, y se coordinaron las informaciones a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
A partir de ese momento, se unieron los esfuerzos y continuaron las indagaciones de manera conjunta, enfocándose en la presencia de un grupo delictivo activo, posiblemente asentado en el norte de la península.
Los numerosos seguimientos realizados por equipos mixtos de ambas unidades permitieron conocer las estrictas medidas de seguridad empleadas por el grupo para dificultar la labor policial.
Los operativos de la Ertzaintza y la Guardia Civil lograron determinar y confirmar la identidad de los integrantes de la banda, así como sus constantes cambios de domicilio y el uso frecuente de vehículos, en los que solían cambiar las placas de matrícula para dificultar su localización.
En las últimas semanas, se realizaron cinco registros domiciliarios simultáneos en Bilbao y Cantabria como parte de un operativo coordinado entre ambos cuerpos policiales. Esto resultó en las detenciones de los cinco miembros de la banda y la incautación de dos vehículos, en los que se encontraron herramientas utilizadas para forzar la entrada a las viviendas.
También se incautaron joyas, dinero, teléfonos móviles y otros objetos, cuya procedencia se está investigando.
Aunque la investigación sigue en curso, hasta el momento se les atribuyen a este grupo delictivo un total de 42 robos con fuerza en Álava, Vizcaya, Burgos, Cantabria, La Rioja, León, Madrid, Navarra, Palencia, Soria, Valladolid y Zaragoza.
El despliegue de personal y recursos de la Comandancia de Burgos y la Ertzaintza de Álava fue significativo para llevar a cabo este operativo.
En los registros se contó con unidades especiales, como la de Intervención de la Ertzaintza, el Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil y los Servicios Cinológicos con perros adiestrados en detección de papel moneda de ambos cuerpos policiales.
Las diligencias, los detenidos y los efectos incautados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Villarcayo (Burgos).
Los miembros del grupo fueron puestos en libertad con cargos tras comparecer ante el juez.
Según fuentes policiales, el grupo no tenía reparos en realizar largos desplazamientos para cometer sus delitos. Estudiaban cuidadosamente la ubicación, las rutas de escape, la presencia policial, los horarios y las rutinas de las viviendas objetivo, siendo las primeras en ser asaltadas aquellas unifamiliares cuando no había moradores presentes.
Para lograrlo, utilizaban numerosos vehículos y reemplazaban las placas originales con otras. Uno de los integrantes siempre estaba al volante para facilitar la huida, otro se encargaba de vigilar, mientras que el resto llevaba a cabo los robos forzando ventanas para ingresar a las casas.
Los robos eran llevados a cabo rápidamente, revolviendo cajones y armarios para hacer acopio de dinero, joyas y objetos pequeños pero valiosos que fueran fáciles de transportar y vender en el mercado negro.
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