ZARAGOZA, 9 de junio. En un reciente operativo, la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha procedido a la detención de una mujer de 32 años en relación con una serie de delitos que incluyen hurto, robo con fuerza, agresión sexual y atentado a la autoridad.
La investigación se inició tras recibir múltiples denuncias que seguían un patrón similar. La sospechosa, una mujer joven, se dirigía a personas mayores en la calle o en las proximidades de sus casas, usando tácticas engañosas como ofrecer su ayuda o hacerse pasar por empleada del hogar. Una vez ganada su confianza, aprovechaba el contacto físico para apropiarse de joyas y dinero. En varias ocasiones, lograba acceder a las viviendas para llevar a cabo sus acciones delictivas con mayor comodidad.
Los agentes del Grupo de Delincuencia Itinerante lograron identificar a la presunta delincuente tras realizar reconocimientos fotográficos con las víctimas.
Las joyas robadas fueron rastreadas hasta distintos comercios de compraventa, donde se documentaron hasta dieciocho operaciones de venta realizadas desde el inicio del año. La colaboración de estos establecimientos fue fundamental para recuperar varias piezas, que ya han sido reclamadas por sus legítimos propietarios, con un valor total que supera los 30,000 euros.
Es importante destacar que la detenida seleccionaba como blanco a personas mayores, especialmente a hombres con movilidad reducida. Los abordaba en parques o en el umbral de sus casas, ganándose su confianza mediante actos amables y simulando necesitar ayuda. Aprovechaba momentos de cercanía, como abrazos o caricias, para sustraer objetos de valor de manera discreta.
Una vez que accedía a las casas, la mujer se hacía pasar por limpiadora para ganar la confianza de las víctimas. Después, en momentos de distracción, robaba las llaves y regresaba en fechas posteriores usando las mismas. De esta manera, lograba apoderarse de objetos de valor sin ser descubierta en el acto, lo que complicaba su identificación y facilitaba su huida.
Lamentablemente, la detenida no solo cometía robos; también realizó tocamientos sexuales no consentidos, usando estas maniobras como distracción para llevar a cabo sus hurtos. Este comportamiento no solo constituye un delito de hurto, sino que también es una clara violación de la libertad sexual de las víctimas.
El Grupo de Delincuencia Itinerante de Zaragoza ha sido pionero en aplicar un enfoque jurídico que considera estos delitos como formas de agresión sexual dentro del contexto de los conocidos como "hurtos amorosos". Este enfoque ha sentado un precedente en la interpretación penal de tales actos delictivos.
Al momento de su arresto, la sospechosa reaccionó con violencia, atacando a los policías con empujones y arañazos. Uno de los agentes resultó herido y necesitó atención médica para tratar lesiones en el cuello, la mandíbula y la zona dorsal, así como una contusión en la parrilla costal. Este incidente resalta el riesgo constante al que están expuestos los miembros de la Policía Nacional en el ejercicio de sus funciones.
La mujer arrestada tiene un historial delictivo que incluye once detenciones, ocho de las cuales han ocurrido en el último año. La detención más reciente se produjo hace solo dos meses por delitos similares. Se le atribuyen seis delitos en Zaragoza en un periodo de dos meses y todos están dirigidos a personas mayores, muchas de ellas vulnerables, lo cual pone de manifiesto la falta de escrúpulos de la acusada al atacar a quienes poseen menos capacidad para defenderse.
Estos crímenes no solo repercuten económicamente, sino que también generan un profundo sentimiento de inseguridad y vulnerabilidad en las víctimas. La detenida compareció ante la autoridad judicial y, tras evaluar los hechos y su historial delictivo, se decidió su ingreso inmediato en la prisión de Zuera.
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