Azcón: "Inaceptable que los defensores del pasado delictivo tengan poder en la gestión del gobierno."

En Zaragoza, el pasado 6 de mayo, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, participó en un emotivo homenaje en honor a Manuel Giménez Abad, un destacado político y senador del PP que fue víctima del terrorismo de ETA hace 24 años. Durante su intervención, Azcón criticó la influencia que algunos sectores que justifican el pasado violento pueden tener en la política actual de España, subrayando que esta situación es inaceptable.
El discurso de clausura del evento, celebrado en el Palacio de La Aljafería, sirvió para recordar a Giménez Abad como un símbolo de la lucha por la democracia. Azcón destacó que es una injusticia que se otorgue legitimidad política a quienes han representado el sufrimiento y la violencia, mientras las víctimas como Giménez Abad no reciben el reconocimiento moral que merecen.
En su alocución, el presidente enfatizó la naturaleza vil del asesinato de Giménez Abad, que buscaba acallar la voz de un demócrata comprometido y dedicado al servicio público. "La muerte de Manuel no fue solo un ataque personal, sino un asalto al conjunto de nuestra democracia", aseveró Azcón, reafirmando la fuerza de la democracia ante el terror que intentó silenciarlo.
Azcón mencionó que, a pesar de los ataques, la memoria y los valores defendidos por Giménez Abad perduran con fuerza en la sociedad aragonesa y española. "Alzamos la voz porque su vida y su legado no serán borrados por la barbarie", afirmó, subrayando que el compromiso con la memoria es un acto de justicia y dignidad para todas las víctimas del terrorismo.
El mandatario recordó la necesidad de preservar el legado de aquellos que lucharon por la libertad. "Olvidar su sacrificio sería traicionar su memoria y a todas las víctimas que sufrieron a manos del terrorismo", indicó, recordando otros crímenes perpetrados en Aragón, como los de la Casa-Cuartel de la Guardia Civil y otros atentados similares que han marcado la historia reciente de España.
A lo largo de su intervención, Jorge Azcón hizo un llamado a la sociedad para que no permita la distorsión del pasado, resaltando que la impunidad es una forma de injusticia que no debe prevalecer. "No podemos permitir que las familias de las víctimas sigan sufriendo por la falta de justicia. Es inconcebible que se celebren actos que exaltan a los terroristas", manifestó, resaltando que es un deber moral exigir verdad, memoria y justicia en la sociedad.
El presidente concluyó con la firme declaración de que la memoria no debe ser confundida con venganza, sino que es un medio fundamental para construir un futuro seguro para las nuevas generaciones. "El legado de Manuel Giménez Abad es un faro que nos guía en la lucha por una sociedad más libre y justa", afirmó, comprometiéndose a seguir defendiendo la dignidad de las víctimas y la verdad sobre el terrorismo.
Por último, Azcón elogió la labor de la Fundación Manuel Giménez Abad, creada hace más de dos décadas, destacando su esfuerzo por mantener viva la memoria y los principios democráticos que deben guiar a la sociedad aragonesa y española. La lucha por la justicia y la dignidad de las víctimas continúa siendo una prioridad en la agenda pública.
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