BRUSELAS/ZARAGOZA, 14 de mayo.

El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha manifestado su preocupación ante la próxima Conferencia de Presidentes programada para el 6 de junio en Barcelona, advirtiendo que podría transformarse en un mero "espectáculo sin sentido" si no se aborda la necesaria reforma de la financiación autonómica.

En sus declaraciones a los medios tras su encuentro en Bruselas con Raffaele Fitto, comisario europeo de Cohesión y Reformas, Azcón subrayó que no puede permitirse que esta reunión se convierta en una "representación teatral".

El presidente aragonés ha destacado que la financiación es el "mayor desafío" que enfrentan las comunidades autónomas, ya que influye directamente en la calidad de los servicios públicos. Por ello, ha enfatizado la importancia de que este tema ocupe un lugar preeminente en la agenda del encuentro.

Azcón señaló: "Si no se discute sobre la financiación, el problema principal de las comunidades, es evidente que el interés del presidente Sánchez puede estar centrado en otros temas menores, pero nosotros solo queremos abordar la cuestión de la financiación".

Además, ha expresado su percepción de que la reticencia del Gobierno a tocar este tema se debe a la complejidad de explicarle a los ciudadanos, y a los aragoneses específicamente, por qué se está dispuesto a otorgar un trato preferencial a Cataluña, mientras que no se amplían los recursos destinados a mejorar la sanidad o la educación en otras regiones.

A pesar de sus reservas, Azcón ha destacado la relevancia de la Conferencia de Presidentes como un foro decisorio crucial, aunque reconoció que, con el escaso tiempo de anticipación con el que se ha convocado, las posibilidades de resolver los problemas de los aragoneses son limitadas.

El presidente insistió en que la financiación autonómica debe figurar "sin falta" en el temario, así como otro asunto de vital importancia como la política energética. Recordó que la Conferencia anterior, celebrada en diciembre en Cantabria, resultó poco efectiva, ya que se convirtió en un "monólogo" donde cada presidente expuso su opinión sin posibilidad de un verdadero debate.

Por último, Azcón concluyó su intervención resaltando la necesidad de que este órgano, fundamental en la estructura democrática, no se limite a una mera formalidad o a un intercambio superficial de opiniones.