HUESCA, 26 de mayo. - En un notable caso de fraude que ha sacudido a la comunidad local, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría Provincial de Huesca llevó a cabo la detención de un ciudadano español sospechoso de llevar a cabo una impresionante estafa en la capital oscense. El individuo es acusado de haber vendido más de treinta trasteros y plazas de garaje a un grupo de veintiséis personas, quienes confiaron en la legalidad del vendedor y en la validez de sus transacciones.
El detenido, sin embargo, carecía de los derechos necesarios sobre las propiedades que intentaba vender. Las irregularidades se remontan a 2022, cuando se le otorgó un derecho preferente para adquirir un local en Huesca por un año. Al concluir ese período, se esperaba que ejerciera su derecho de compra, algo que finalmente no sucedió.
Durante la vigencia de este derecho, el acusado tomó la decisión de remodelar el local, convirtiéndolo en trasteros y plazas de garaje, los cuales se pusieron rápidamente a la venta tras finalizar las obras. Sin embargo, es importante señalar que, contrariamente a lo que creían los futuros compradores, ni las reformas ni los nuevos espacios fueron regularizados ante las autoridades urbanísticas, y mucho menos se inscribieron en el registro de la propiedad como unidades individuales.
A pesar de la falta de derechos legales sobre las propiedades, el vendedor persuadió a veintiséis residentes de Huesca para que compraran al menos una de las ofertas, solicitan que entregaran el dinero por adelantado, alegando que esto facilitaría la rápida formalización de la venta ante notario y les aseguraría un lugar frente a otros compradores potenciales. El tiempo pasó y el individuo no cumplió con su obligación de ejercer la opción de compra, a pesar de haber recibido múltiples prórrogas.
Ante las quejas del legítimo propietario del local, el detenido se negó a ejercer su derecho de compra, a desalojar la propiedad y a devolver las llaves, lo que llevó al propietario a iniciar acciones legales en su contra.
Por otro lado, los compradores, que actuaron de buena fe, fueron convocados en tres ocasiones a una notaría para formalizar las transacciones. Sin embargo, el vendedor inventó excusas para no presentarse, ya que, como se ha expuesto, no tenía derecho alguno sobre los bienes que ofrecía.
Las denuncias de los afectados revelan que el monto estafado supera los 800.000 euros. Hoy en día, aquellos que adquirieron honestamente los locales, garajes y trasteros se encuentran en una situación complicada, al ser considerados usurpadores, dado que la empresa propietaria no reconoce ninguno de los derechos sobre estos activos.
Tras su arresto, el sospechoso fue presentado ante la justicia y quedó en libertad bajo cargos. Este hombre, un español residente en Huesca sin antecedentes penales, tiene una vasta experiencia en el sector financiero e inmobiliario. La magnitud de esta estafa, tanto en términos del número de víctimas como del impacto económico, la convierte en uno de los fraudes más significativos registrados en Huesca en años recientes.
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