
ZARAGOZA, 28 de marzo. - Un reciente estudio ha puesto nuevamente a Aragón en el foco de atención en la lucha contra el cáncer colorrectal, revelando que las dos principales técnicas de cribado, la colonoscopia y la prueba de sangre oculta en heces, son igualmente efectivas para la detección de esta enfermedad y la disminución de la mortalidad relacionada.
Los resultados del estudio indican que quienes participan en los programas de cribado muestran una menor tasa de mortalidad en comparación con aquellos que no lo hacen. Más de 8.000 ciudadanos aragoneses han sido parte de esta investigación, que se llevó a cabo en los centros de salud Delicias Sur y Valdefierro, junto al servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
Liderado por investigadores del Clínic-IDIBAPS y del Hospital Universitario de Canarias, el estudio se basa en un extenso seguimiento de más de 57.000 personas, con el objetivo de evaluar la efectividad de las dos estrategias de cribado del cáncer de colon y recto.
Tras una década de seguimiento, se ha concluido que ambas metodologías son comparables en términos de detección de cáncer y en su capacidad para disminuir la mortalidad asociada.
La investigación, que ha sido publicada recientemente en la prestigiosa revista 'The Lancet', ha estado coordinada por el doctor Antoni Castells, director asistencial del Hospital Clínic de Barcelona y catedrático de Gastroenterología, junto al doctor Enrique Quintero, gastroenterólogo del Hospital Universitario de Canarias.
Otro de los protagonistas de este avance es el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Ángel Lanas, quien ha estado a la cabeza del equipo aragonés en este proyecto. Lanas ha destacado que este hallazgo es crucial, ya que por primera vez se comprueba que la prueba de sangre oculta en heces es una opción eficaz, accesible y menos costosa que la colonoscopia para la reducción de la mortalidad por cáncer colorrectal.
El doctor Lanas también ha señalado la singularidad del estudio, mencionando la dificultad de replicar investigaciones de este calibre, debido a la implicación y seguimiento de miles de personas durante un periodo de 12 años. Resaltó que España, gracias a un legado de investigación colaborativa, posee las estructuras necesarias para llevar a cabo proyectos de tal envergadura.
El proyecto, denominado COLONPREV, ha contado con el apoyo financiero de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y del Instituto de Salud Carlos III, lo que ha permitido su desarrollo y éxito.
El cáncer de colon se clasifica entre los tumores más comunes y representa una de las principales causas de fallecimiento por cáncer. Este tipo de cáncer se origina a partir de lesiones precoces conocidas como pólipos, que, si no se detectan y extirpan a tiempo, pueden convertirse en tumores malignos.
La detección temprana es fundamental para prevenir la enfermedad o diagnosticarla en sus primeras etapas, donde los tratamientos son más efectivos y las tasas de curación son más prometedoras. Actualmente, los métodos principales de cribado son la prueba de sangre oculta en heces y la colonoscopia, considerada la técnica más precisa para la detección temprana.
El equipo investigador del proyecto COLONPREV planteó la hipótesis de que la prueba de sangre oculta en heces, al ser menos invasiva y aceptada por la población, podría resultar tan efectiva como la colonoscopia en la reducción de la mortalidad por cáncer colorrectal.
Así, se llevó a cabo un ensayo clínico aleatorizado que incluyó a 57.000 personas de entre 50 y 69 años de diversas comunidades autónomas españolas, entre ellas Aragón, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana.
Las personas participantes fueron divididas en dos grupos: un grupo se sometió a una colonoscopia, mientras que el otro participó en el test inmunoquímico fecal cada dos años, totalizando cinco pruebas. El objetivo principal era comparar las tasas de mortalidad por cáncer colorrectal tras diez años.
En Aragón, la colaboración con los centros de salud Delicias Sur y Valdefierro, junto al Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico, facilitó la inclusión de más de 8.000 aragoneses en el estudio, subrayando el compromiso de la población de la región con la investigación en salud.
Los resultados revelaron que la tasa de participación fue mayor en el grupo sometido al test de sangre oculta en heces, alcanzando un 40%, en comparación con un 32% en el grupo de la colonoscopia. Además, las tasas de mortalidad a diez años fueron similares en ambos grupos, con un 0,22% en el grupo de colonoscopia y un 0,24% en el de la prueba fecal, lo que indica que ambos métodos son igualmente eficaces en la reducción de mortalidad por cáncer colorrectal.
Un estudio previo del mismo proyecto ya había demostrado que ambas estrategias detectaban un número parecido de tumores, pero esta nueva investigación refuerza la equivalencia de ambos métodos en términos de mortalidad.
El doctor Antoni Castells, también presidente del Comité Ejecutivo del Clinic Barcelona Comprehensive Cancer Center, ha subrayado la relevancia de estos hallazgos, indicando que la prueba no invasiva de sangre oculta en heces puede ser una alternativa eficaz a la colonoscopia para la detección de cáncer colorrectal.
En este contexto, el doctor Quintero ha resaltado que facilitar el acceso a la prueba inmunoquímica fecal podría incentivar una mayor participación en los programas de cribado, dado que es un procedimiento más cómodo y menos invasivo, además de ser más rentable y accesible para un mayor número de personas.
En definitiva, este estudio destaca la crucial importancia de los programas de cribado, validando que la prueba de sangre oculta en heces es una herramienta fundamental para la detección temprana del cáncer colorrectal, contribuyendo así a mejorar las tasas de supervivencia y a reducir la mortalidad vinculada a esta enfermedad.
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