El pasado 27 de abril, la Guardia Civil ha interceptado a dos conductores de camiones con matrícula irlandesa que circulaban por la A-23 en Teruel con una tasa de alcohol que cuadruplicaba el límite permitido. Ambos podrían enfrentarse a penas de prisión de tres a seis meses y a la privación del derecho a conducir entre uno y cuatro años.
Los camiones estaban cargados con material cerámico de Villarreal (Castellón), lo que hubiera tenido consecuencias fatales en caso de accidente, según ha informado la Guardia Civil.
La detección de esta conducción errática se produjo alrededor de las 20.00 horas, en La Puebla de Valverde, cuando los agentes encontraron al primero de los camiones circulando de manera irregular en el kilómetro 112 y al segundo en Monreal del Campo (Teruel) en el kilómetro 165.
Los conductores presentaban síntomas de estar bajo los efectos del alcohol, con resultados de 0,69 y 0,58 miligramos por litro en el primer caso y 0,66 y 0,60 en el segundo, muy por encima de la tasa máxima permitida de 0,15.
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