
El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado un proyecto de restauración integral del Quiosco de la Música, ubicado en el Parque Grande José Antonio Labordeta, con una inversión de más de 359 mil euros. A partir de este martes, se abrirá el proceso de licitación, que finalizará el próximo 25 de agosto, y se prevé que las obras duren seis meses.
El objetivo principal de esta intervención es devolver al quiosco su esplendor original, recuperando las características que lo han definido a lo largo de su historia, según ha informado el Consistorio zaragozano.
El proyecto ha sido elaborado por el Servicio de Conservación de Arquitectura, basándose en documentos históricos y fotografías. Además, se llevarán a cabo labores de rehabilitación en diversas piezas que han sufrido un elevado desgaste.
El estado actual del quiosco es lamentable. Sus continuos traslados y el paso del tiempo, junto con actos de vandalismo recurrentes, han contribuido a su deterioro.
Este emblemático quiosco se encuentra en la glorieta Borobia Cetina, aunque este no es su lugar de origen, ya que fue trasladado en 1967 desde una ubicación anterior.
Diseñado por los arquitectos José y Manuel Martínez de Ubago, este quiosco es un destacado exponente del modernismo en Zaragoza, y cuenta con la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC).
Sin embargo, se han identificado diversos problemas estructurales, como la pérdida de elementos originales y daños visibles por deformaciones y oxidaciones.
La inversión destinada a esta restauración abarcará la reparación de la estructura de madera, la cubierta de zinc, así como elementos metálicos y de albañilería. Además, se contempla la renovación de la vidriería, la carpintería y diversos aspectos técnicos como la electricidad y el sistema de fontanería.
Una de las acciones más significativas será la recuperación del basamento original del quiosco, donde se busca restablecer la armonía visual entre las barandillas y las columnas de fundición, haciendo que el conjunto luzca aún más atractivo.
También se planea restaurar el zócalo en piedra tal como era en su diseño original, así como la forma redondeada y materialidad de las secciones translúcidas del tornavoz.
En cuanto a la cúpula, se sustituirán las antiguas tejas de hormigón por tejas cerámicas esmaltadas con forma de lágrima, ajustándose a la estética del quiosco original, para cubrir cualquier gap que haya quedado tras las reparaciones previas.
Cabe recordar que en 1992 el quiosco fue desmontado por completo para realizar unas reformas que incluyeron la construcción de un sótano, volviéndolo a montar posteriormente. Las modificaciones realizadas en esa ocasión, como la inclusión de nuevas ventanas, han afectado su estética original.
En 2017, el quiosco sufrió daños significativos debido al vandalismo, particularmente en los elementos de forja, lo que llevó a reparaciones en el año siguiente. Desde entonces, el Ayuntamiento ha llevado a cabo mantenimiento regular, incluyendo la reparación del falso techo el año pasado.
Este icónico elemento tiene sus raíces en 1908, en el marco de la Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza, celebrando el Primer Centenario de Los Sitios. La Comisión Ejecutiva del evento lanzó un concurso que fue ganado por los hermanos Martínez de Ubago, quienes diseñaron el quiosco para animar musicalmente el recinto ferial.
A lo largo de su historia, el quiosco ha cambiado de ubicación varias veces: comenzó en la plaza de los Sitios, se trasladó al paseo de la Independencia en 1912 y, tras una serie de movimientos a lo largo de los años, llegó a su situación actual en el Parque Grande José Antonio Labordeta en 1967, siendo rehabilitado posteriormente en 1992.
Es importante destacar que el traslado del quiosco desde el paseo de la Independencia implicó notables alteraciones en su estructura, que alteraron su configuración original, generando un impacto negativo en su integridad estética.
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