
El 13 de octubre, Zaragoza se vistió de gala para celebrar la emblemática Ofrenda de Frutos a la Virgen del Pilar, un evento que ha congregado a más de 3.500 participantes. Esta tradición, gestionada cada año por la Federación de Casas Regionales de Aragón, ha ampliado su alcance desde el año pasado, permitiendo que ciudadanos de diferentes distritos urbanos y rurales de la ciudad, así como individuos, se sumen a esta noble causa.
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, se unió a la festividad luciendo un espectacular traje del siglo XIX, que incluía una saya de seda en color granate, un mantón de estilo isabelino, y un delantal de seda adamascada, todo ello complementado con elegantes accesorios que evocaban la riqueza cultural de la época.
Chueca destacó la relevancia histórica de esta ofrenda, que se remonta a 1949, una época marcada por la necesidad y la hambruna tras la guerra. Desde sus inicios, esta celebración ha tenido un objetivo solidario: reunir alimentos para aquellos que más lo requieren en la comunidad zaragozana.
El enfoque solidario ha motivado al Ayuntamiento y a las Casas Regionales a invitar a un número aún mayor de ciudadanos, con la esperanza de establecer un nuevo récord no solo en la participación, sino también en la cantidad de alimentos recolectados. Este año tienen la meta de superar los 10.000 kilos de alimentos, superando así el récord previo de 8.000 kilos establecido en 2019.
Según la alcaldesa, este evento podría ser el inicio de un crecimiento continuo en los años venideros, al mismo tiempo que se canaliza la devoción hacia la Virgen del Pilar, un símbolo de unidad y esperanza para los habitantes de la región.
La Ofrenda de Frutos llegó justo después de la Ofrenda de Flores, que batió récords al extenderse más allá de la medianoche. Más de 120.000 oferentes contribuyeron con flores, y alrededor de 470.000 personas visitaron la Plaza del Pilar durante el día grande de las festividades, beneficiándose de un clima favorable sin lluvias ni excesivo calor.
Lola Sebastián, presidenta de la Federación de Casas Regionales, también asistió al evento, vestida con un traje tradicional y portando una cesta llena de productos frescos de la tierra. Expresó su emoción por el éxito del evento y la favorable climatología, que permitió que el día transcurriera sin contratiempos, cumpliendo con las expectativas de participación y solidaridad.
Este año, además, se conmemora el 50 aniversario de la Federación, que ha estado al frente de esta ofrenda durante 76 años, un hito que subraya la importancia y la continuidad de las tradiciones aragonesas.
Finalmente, Sebastián instó a la comunidad a contribuir con donaciones, recordando que cualquier ayuda, por pequeña que sea, puede marcar la diferencia. “Todos podemos aportar, solo se necesita un poco de voluntad”, concluyó, conjugando espíritu solidario y compromiso social en esta jornada tan especial.
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