
ZARAGOZA, 11 de octubre. Este año, Aragón ha sido testigo de la primera ola de calor epidemiológica, donde se han registrado temperaturas extremas que han desencadenado un aumento en las tasas de mortalidad. Este episodio crítico se produjo entre el 26 de mayo y el 1 de junio, seguido de otra fase de calor intenso que se extendió del 8 de junio al 10 de julio. En total, cinco personas perdieron la vida debido a un golpe de calor durante estos lapsos.
El primer informe provisional sobre esta situación fue publicado recientemente, tras la finalización el 30 de septiembre de la monitorización realizada por el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón acerca del impacto del calor en la salud pública.
El documento, titulado "Vigilancia de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud en Aragón. Evaluación de temporada 2025", ha sido elaborado por el Servicio de Vigilancia en Salud Pública e Inmunizaciones, y analiza datos desde el 15 de mayo hasta el 30 de septiembre.
Los cinco fallecimientos se reportaron entre el 16 y el 29 de junio, coincidiendo con las alertas que avisaban de riesgos medios y altos para la salud a causa de las elevadas temperaturas. Esta tendencia está respaldada por investigaciones que muestran el incremento de mortalidad correlacionado con las primeras olas de calor de cada año.
Nuria Gayán, directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, destacó que el organismo humano requiere tiempo para adaptarse a condiciones climáticas extremas, lo que puede tener efectos negativos en la hidratación y el sistema cardiovascular. Las personas más vulnerables incluyen a los ancianos, aquellos con enfermedades crónicas, los niños y las mujeres embarazadas. Para mitigar los riesgos, las campañas de sensibilización se centran en proteger a estos grupos.
El estudio de vigilancia ha incorporado datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. Entre el 15 de mayo y el 30 de septiembre, Aragón reportó 125 muertes atribuibles a altas temperaturas, cifra similar a la del año anterior.
Es importante señalar que la mayoría de estas muertes se dieron entre las semanas epidemiológicas que abarcan del 23 de junio al 24 de agosto, siendo notorias en las semanas 26, 27, 33 y 34. Del total de fallecidos por calor, el 95,2% eran mayores de 65 años, de los cuales el 73,6% tenían más de 85 años.
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad ofrece estimaciones sobre la mortalidad excesiva, lo que puede dar lugar a variaciones respecto a los datos finales. Además, no todos los decesos están directamente relacionados con golpes de calor, sino que pueden ser causados por diversas condiciones asociadas a las altas temperaturas. Hasta ahora, sólo se han reportado cinco muertes en Aragón en 2025 que se deban exclusivamente a golpes de calor.
El análisis de este verano indica que fue el más cálido registrado hasta la fecha, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Se observó una temperatura media que superó en 2,1°C al promedio registrado entre 1991 y 2020, marcando un nuevo récord superior al de 2022.
En cuanto a las alertas de meteosalud, se han activado en las distintas zonas de Aragón, dependiendo de si las temperaturas alcanzaron los niveles críticos establecidos para cada área. De los 139 días monitoreados, se emitieron alertas en 66 ocasiones. La región de Centro de Huesca destacó con el mayor número de alertas, mientras que Gúdar y Maestrazgo en Teruel fue la que menos alertas presentó.
Durante el verano de 2025, al igual que en años anteriores, se activó el "Plan de acción para la prevención de los efectos de las altas temperaturas sobre la salud en Aragón", que se implementó del 15 de mayo al 30 de septiembre. Este plan incluye estrategias de salud pública destinadas a prevenir los efectos negativos del calor extremo, proporcionando información y medidas de protección a la población.
El plan contempla una vigilancia activa de la mortalidad y distribución de alertas a los profesionales de la salud y servicios sociales involucrados en su implementación. Cada vez que se emite una alerta de calor, se comunica a todos los agentes del plan a través de correos electrónicos y otros medios.
Además, la dirección general de Salud Pública ha lanzado campañas informativas utilizando diversos canales de comunicación para proporcionar a la ciudadanía consejos y recomendaciones frente a las altas temperaturas, asegurando que se tomen las medidas adecuadas para proteger la salud de los aragoneses.
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