En una clara muestra de preocupación por la infraestructura vial en Aragón, el consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística del Gobierno de Aragón, Octavio López, ha tomado medidas y enviado una carta al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, solicitando una mayor celeridad en la ejecución del tramo de la A-23 entre Lanave y Sabiñánigo, de 8 kilómetros de longitud.

López ha expresado su descontento con el plan de ejecución propuesto, considerándolo como "poco ambicioso" y ha señalado que la realización de esta obra se podría llevar a cabo en la mitad del tiempo previsto si existiera la voluntad política necesaria. Según el análisis realizado en el departamento, con una gestión eficiente y solapando unidades de ejecución, los trabajos podrían concluir en 2026, en contraste con las estimaciones gubernamentales que extienden el plazo hasta 2029.

El retraso en la finalización de este tramo de la A-23 ha generado preocupación en López, quien ha advertido que la dilación podría afectar la imagen turística del Pirineo aragonés, exponiendo a los conductores a tres años adicionales de retenciones peligrosas y molestas en los fines de semana. Ante esta situación, el consejero ha urgido al ministro Puente a convocar una reunión con los equipos técnicos correspondientes para agilizar los plazos de ejecución lo máximo posible.