Crónica Aragón.

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Los Bomberos de Zaragoza controlan el incendio en el PTR.

Los Bomberos de Zaragoza controlan el incendio en el PTR.

En un preocupante suceso que ha vuelto a poner los focos sobre la seguridad en las instalaciones industriales, los Bomberos de Zaragoza han finalizado en la tarde de hoy los esfuerzos de extinción y vigilancia de un incendio que se desató en el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR) López Soriano, ubicado en el barrio de La Cartuja Baja. Este incidente marca el séptimo incendio en los últimos cinco meses que afecta a esta área industrial y requirió de una intervención continua durante la noche.

El fuego, que se dio a conocer aproximadamente a las 16:55 horas, emergió en una zona exterior destinada a la recogida de colchones, afectando una superficie de 40 metros cuadrados. El Ayuntamiento ha confirmado que se recibió un aviso señalando la situación, lo que activó rápidamente las alertas necesarias.

Las llamas generaron una significativa columna de humo que fue visible en diversas zonas de la ciudad, aunque los responsables aseguraron que el incendio estaba controlado y no representaba un riesgo de expansión a otras áreas del polígono. La rápida respuesta de los equipos de emergencia evitó que la situación se complicara aún más.

Desde el inicio de las labores, el área afectada fue perimetrada apropiadamente, garantizando que no existieran posibilidades de que el fuego se extendiera a otras partes del parque industrial. Este control ha sido esencial para salvaguardar tanto las instalaciones como a los trabajadores de la zona.

Un amplio despliegue de vehículos de los parques de Bomberos de Zaragoza, incluyendo una bomba urbana ligera, una bomba nodriza, una bomba pesada, una autoescala y ambulancias, se movilizó para atender la situación. Durante la noche, se realizaron dos relevos de los equipos para asegurar que las tareas de extinción se mantuvieran sin interrupciones.

Las autoridades locales han enfatizado la naturaleza laboriosa de extinguir fuegos que involucran residuos. No solo es necesario apagar las llamas, sino que se requiere un exhaustivo proceso de refresco para asegurar que no queden rescoldos que puedan reavivar el fuego. Este tipo de incidentes exige una cautela y un tiempo considerable para una solución definitiva.