Crónica Aragón.

Crónica Aragón.

La cuenca del Ebro podría entrar en emergencia debido a una grave sequía.

La cuenca del Ebro podría entrar en emergencia debido a una grave sequía.

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Dolores Pascual, ha alertado que, de continuar la sequía, es muy posible que la mitad de la cuenca del Ebro, la más grave en la historia, entre en una situación de "emergencia" en las próximas semanas.

La Comisión Permanente de la Sequía, que cuenta con representantes de las nueve comunidades autónomas de la cuenca y usuarios, se ha reunido con la preocupante situación en la agenda. Pascual destacó que la sequía inició en 2022 y ya se implementaron prorrateos en el uso del agua, lo que llevó a restricciones en la campaña pasada, pero los reservorios disponibles pudieron mantener la campaña de riego.

La situación de la cuenca del Ebro ha empeorado desde que se reunió la Junta de Gobierno de la CHE el 26 de abril, cuando se decidió implementar la Comisión Permanente de la Sequía. Pascual añadió que las pocas lluvias en el norte de Navarra no han mejorado la situación global.

El 65% de la cuenca del Ebro está ahora en "sequía prolongada" y un 30% está en "emergencia" desde el punto de vista del escaso suministro de reservas. Si empeora la situación de las unidades territoriales mencionadas, a final de mayo pueden entrar en emergencia el 50% de la cuenca. Pascual no ve una mejora en el horizonte mientras se espera una disminución de las aportaciones de agua en el verano.

Pascual subrayó que los grandes sistemas de riego de la margen izquierda iniciaron la campaña con prorrateos importantes. La CHE declaró la "situación excepcional por sequía extraordinaria" primero del Segre y después en el Bajo Ebro, las cuencas del Aragón y el Arba, también el Iregua.

La CHE tomará medidas mientras la situación empeora, especialmente en el regadío. Está previsto que se reúnan las Comisiones de Desembalse con todos los usuarios, no solo los de regadío, y habrá un mayor control de aforos para caudales ecológicos e industriales, el control de vertidos y la definición de los concesionarios a los que dirigirse. Además, se podrían habilitar autorizaciones provisionales "en caso de necesidades puntuales de agua para situaciones de crisis".

La CHE comprará medidores de caudales, se coordinará con otras Administraciones, como la Agencia Catalana del Agua, que posee la competencia del dominio público hidráulico, y se establecerá un plan de seguimiento de los caudales ecológicos y de vigilancia ambiental en el Delta del Ebro.

Pascual enfatizó que no se estaba hablando de abastecimiento de agua potable sino de aprovechamientos hidroeléctricos e industriales. Se promoverá "una senda de contención de aquellos usos que no sean prioritarios".

Las diputaciones de Huesca y Lleida solicitaron una reunión con la CHE para evaluar su situación. Pascual espera que esto contribuya a la "concienciación colectiva" de que "de vez en cuando, las sequías son fenómenos extremos". Agregó que "nadie se va a quedar sin beber" y que se debe considerar a la sequía como un fenómeno progresivo y lento.

En cuanto a la manifestación de la Unió de Pagesos a las puertas de la CHE, Pascual comentó que "la CHE ni tiene competencias ni puede entrar" en la asignación de ayudas directas a los agricultores afectados por la sequía. Pascual reconoció la preocupación del sindicato y recordó que la CHE está abierta a escuchar.