
Recientemente, el Grupo Socialista en el Congreso ha lanzado una propuesta ambiciosa: nombrar al Pueblo Viejo de Belchite, en Zaragoza, como Lugar de Memoria Democrática. Este anuncio fue realizado por la diputada del PSOE por esta provincia, Marta Gracia, quien considera que este sitio es crucial para entender la memoria histórica de España.
Según Gracia, el Pueblo Viejo de Belchite no solo simboliza la Guerra Civil, sino que representa la brutalidad de los primeros días del conflicto, así como la devastadora batalla que tuvo lugar allí, donde aproximadamente 5.000 personas perdieron la vida en un breve lapso de tiempo. Además, ha destacado que este lugar es un recordatorio de la posguerra y la dictadura franquista.
La diputada también mencionó que se construyó un nuevo pueblo como un experimento de la "nueva sociedad" tras la victoria, mientras el pueblo viejo quedó en ruinas, albergando a personas en condiciones precarias y con una zona conocida como "la pequeña Rusia", donde familias de represaliados vivieron durante décadas.
Gracia ha hecho hincapié en que, en Belchite, se cometieron actos de represión temprana contra la población civil, mencionando que cientos de cuerpos permanecen enterrados en fosas comunes, esperando ser exhumados e identificados.
A pesar de esta situación, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, no ha reactivado las políticas de memoria democrática que habían sido derogadas bajo presión de Vox. Esto ha llevado a Gracia a señalar que Azcón está lanzando una "cortina de humo" con su plan de concordia, del cual los ciudadanos no tienen detalles claros.
Es importante destacar que las ruinas de Belchite Viejo son el único sitio en España incluido en la lista de veinticinco lugares seleccionados por el World Monuments Fund, lo que subraya la necesidad urgente de proteger este patrimonio histórico.
La diputada ha expresado su agradecimiento a José Vidal, de la Asociación Memorialista de Belchite, por su apoyo en la recopilación de la documentación necesaria para la elaboración de esta proposición no de ley, que será debatida en la Comisión Constitucional del Congreso.
Gracia también ha recordado que la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Aragón fue una acción tomada por Azcón a cambio del respaldo de Vox, y ha expresado su preocupación porque esta ultraderecha esté marcando la agenda del presidente del Gobierno regional.
Con esta iniciativa, Gracia busca que el Pueblo Viejo de Belchite sea reconocido como un símbolo de la feroz represión ejercida por la dictadura franquista y que se establezca como un auténtico lugar de reflexión sobre la Guerra Civil Española.
El Pueblo Viejo ya cuenta con categoría de Bien de Interés Cultural, y desde 2022, su protección ha sido ampliada a Sitio Histórico. No obstante, el acceso al lugar ha sido restringido desde 2013 debido a su deterioro, permitiendo únicamente visitas guiadas.
Uno de los problemas que han obstaculizado el avance en la restauración del sitio ha sido la falta de claridad sobre la titularidad de los terrenos. A pesar de que el régimen franquista había planeado la transferencia de propiedad al Estado, nunca se llegó a confirmar oficialmente esta acción, dejando el estatus de las ruinas en un "limbo legal".
Recientemente, el Ayuntamiento de Belchite ha iniciado una investigación para clarificar la titularidad de los terrenos y edificios de la localidad, resultando en que las más de 12 hectáreas del Pueblo Viejo ahora son de propiedad municipal, lo que facilitará futuros proyectos de restauración de este importante legado histórico.
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