En una reciente reunión, el Consejo de Ministros ha dado luz verde al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para que inicie el proceso de licitación de unas obras de vital importancia para la provincia de Huesca. Con un presupuesto aproximado de 139,6 millones de euros (sin incluir IVA), el proyecto contempla la conexión de la autovía A-21 de los Pirineos con la autovía A-23 Mudéjar en la localidad de Jaca.

Este enlace se llevará a cabo a través de un nuevo tramo que conectará por el este con la A-23, en el recorrido entre Sabiñánigo y Jaca, y por el oeste con los tramos ya en funcionamiento entre Jaca y Puente de la Reina. Esta iniciativa busca dar continuidad a un corredor que, junto con la autovía A-22 (Lleida-Huesca), ofrece una alternativa al tráfico de largo recorrido por el corredor del Ebro, siendo esencial para la cohesión del territorio aragonés.

Asimismo, esta nueva infraestructura tiene el doble propósito de aligerar el tráfico que actualmente transita por Jaca y proporcionar una ruta alternativa para los vehículos de media y larga distancia. Esto permitirá a los conductores evitar las travesías obligadas por las carreteras N-330a y N-240 que atraviesan la ciudad, lo que resulta en una notable reducción de ruidos y molestias asociadas al tráfico, así como un incremento en la seguridad vial.

La variante también favorecerá la experiencia de los usuarios de estas carreteras al reducir los tiempos de desplazamiento, evitando las áreas donde la velocidad máxima se limita a 50 kilómetros por hora y que cuentan con múltiples intersecciones semaforizadas y pasos peatonales.

El subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, ha destacado que esta inversión será crucial para aliviar el tránsito de vehículos de media y larga distancia, agregando que se suma a las importantes inversiones que el Gobierno de España está llevando a cabo para mejorar la red viaria en los Pirineos.

Campo también resaltó que Aragón ocupa el segundo lugar en cuanto a inversión en carreteras, con más de 1.700 millones de euros destinados desde 2018 bajo la presidencia de Pedro Sánchez, evidenciando el avance en grandes proyectos de infraestructura en la región.

Este nuevo tramo de autovía, que se extenderá a lo largo de 8,05 kilómetros, estará compuesto por dos calzadas separadas por una mediana de ancho variable, carriles de 3,5 metros y arcenes que varían en anchura. Las conexiones se llevarán a cabo a través de tres enlaces: Jaca Este, que dará acceso a un centro comercial y urbanizaciones; Jaca Norte, que enlazará con la N-330 y N-330a; y Jaca Oeste, que conectará con las carreteras N-240 y A-2605.

El proyecto también incluye la construcción de tres viaductos, cinco pasos superiores y un falso túnel de 200 metros en la zona del hospital, así como una pasarela peatonal y múltiples pasos inferiores. Se prevé la ampliación de dos de estos pasos existentes y la construcción de seis muros.

Finalmente, el proyecto contempla diversas medidas para la integración ambiental, como el manejo de la tierra vegetal, la revegetación de taludes y la corrección del efecto barrera, especialmente en relación con el Camino de Santiago. También se implementarán medidas como un vallado cinegético y protecciones para mitigar la contaminación acústica, garantizando así una mayor armonía con el entorno natural.