Con las alarmas encendidas en torno a la peste porcina africana, el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, ha manifestado en su última intervención que la situación exige una respuesta decisiva y rápida. Durante una reunión del comité de seguimiento sobre la evolución de este virus, se abordaron las recientes noticias sobre un foco detectado en la sierra de Collserola, en Barcelona, lo que ha llevado a Badiola a subrayar la necesidad de que Aragón esté en máxima alerta.
Badiola, quien asistió al encuentro junto a la vicepresidenta del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, y el consejero de Agricultura, Javier Rincón, se mostró gratamente sorprendido por la preparación y las medidas adoptadas desde la administración aragonesa. Sin embargo, no escatimó en advertencias, destacando que el jabalí constituye el principal vector de transmisión de la enfermedad, un hecho ampliamente reconocido entre la comunidad científica.
El experto ha señalado que la peste porcina africana amenaza gravemente al sector porcino, especialmente en regiones como Aragón, donde se concentra una parte significativa de la producción de cerdos en España, convirtiéndola en la principal exportadora a la Unión Europea. A su juicio, la proliferación de jabalíes en toda España y Europa ha alcanzado niveles de plaga, lo que exige una intervención directa y contundente, sobre todo en las zonas colindantes con Cataluña, donde el riesgo es mayor.
Según Badiola, si la situación no es controlada de manera efectiva, Aragón podría ser el primer damnificado. Por ello, enfatizó la importancia de vigilar de cerca las áreas más cercanas a la línea fronteriza con Cataluña y celebró la activación de la Federación de Caza como una medida preventiva vital que también impacta positivamente en la economía rural.
El profesor recordó la importancia de la preparación ante cualquier eventualidad, señalando que en España existe una tendencia a actuar solo cuando el problema ya se presenta, lo cual es profundamente preocupante en un contexto como el actual. Además, hizo hincapié en que la falta de comunicación entre el Ministerio de Agricultura y las autoridades catalanas hacia Aragón es inaceptable, instando a una colaboración más efectiva en este aspecto crítico.
En el optimismo de su discurso, Badiola expresó su confianza en que las autoridades catalanas podrán contener la epidemia previsible, señalando que el área afectada es relativamente pequeña y manejable. Sin embargo, alertó sobre la movilidad de los jabalíes, que pueden recorrer hasta 50 kilómetros diarios, lo que pone en riesgo cualquier esfuerzo de contención si algún animal logra escapar.
Además, aclaró que la peste porcina africana solo afecta a su especie silvestre y a los cerdos, desmitificando el miedo a un posible riesgo para la salud humana. En cuanto a los rumores que sugieren un origen del brote en un laboratorio cercano, Badiola consideró improbable una fuga, pero admitió que tales eventos, aunque poco comunes, no son completamente descartables.
Finalmente, apuntó que se está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el origen del virus, involucrando tanto al Ministerio como a la Generalitat de Cataluña, quienes han formado un grupo de expertos en bioseguridad. Es esencial determinar cómo ocurrió el eventual escape del virus y su posterior contagio a los jabalíes, aunque Badiola insistió en que no se trata de un animal cualquiera, lo que complica la situación.
Por otro lado, mencionó que la cepa del virus que se ha identificado es de naturaleza experimental y proviene de la inicial introducción del virus en Europa en 2007, conocida como Georgia 7, la cual se ha adaptado para optimizar su estudio en ambientes de laboratorio.
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