En Zaragoza, el 2 de enero, la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha llevado a cabo una notable operación que ha resultado en la detención de cuatro hombres, quienes son sospechosos de estar involucrados en delitos relacionados con el tráfico de drogas. Esta acción se inscribe dentro de dos investigaciones que, aunque se desarrollaron de manera simultánea, fueron independientes entre sí.
La primera de estas operaciones fue liderada por el Grupo de Tráfico Minorista de Estupefacientes de la Comisaría de Distrito Centro. Todo comenzó cuando los agentes recibieron información que sugería la existencia de un punto de venta de drogas en una vivienda de la calle José Zamoray, en Zaragoza. Esto encendió las alarmas y se desplegó un operativo de vigilancia.
Las pesquisas iniciales llevaron a los investigadores a observar un inusual flujo de personas que frecuentemente entraban y salían del inmueble en cuestión, permaneciendo en su interior solo unos pocos minutos. Este comportamiento fue interpretado como una clara indicación de que se estaban realizando transacciones de sustancias ilegales. Durante el transcurso de las vigilancias, los agentes pudieron constatar la venta de pequeñas dosis de marihuana y hachís.
Una vez obtenido un mandamiento judicial que autorizaba el acceso y registro de la propiedad, los agentes intervinieron en la vivienda, donde fueron detenidos dos hombres de 28 y 46 años, bajo la sospecha de ser los responsables de una operación de tráfico de drogas. Durante el registro, se incautaron 31 pastillas de MDMA/éxtasis, así como fármacos antiepilépticos, analgésicos, hachís, cocaína, marihuana y una serie de utensilios destinados a la manipulación de estas sustancias prohibidas.
Ambos detenidos, que contaban con un historial delictivo de más de veinte antecedentes, fueron trasladados ante el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, donde el magistrado decidió su liberación con cargos, un desenlace que ha generado preocupación en el ámbito de la seguridad pública.
Paralelamente, el mismo grupo policial llevó a cabo otra operación que culminó con la detención de otros dos individuos, de 28 y 58 años, en un domicilio situado en la Avenida de Navarra, nuevamente bajo la acusación de tráfico de drogas. La dinámica de este caso también fue similar: un continuo vaivén de personas accediendo al inmueble por breves periodos de tiempo, lo que hizo sonar las alarmas del equipo investigador.
Durante el desarrollo de esta segunda investigación, se lograron decomisar varias cantidades de marihuana y cocaína. Uno de los momentos más significativos ocurrió cuando uno de los detenidos fue interceptado portando más de un kilogramo de marihuana que acababa de adquirir en el lugar investigado.
Con la correspondiente orden judicial en mano, los agentes realizaron una entrada y registro en este segundo inmueble, donde encontraron más de 460 gramos de cocaína, perfectamente distribuidos en dosis, además de marihuana, sustancias de corte y herramientas como básculas de precisión, bolsas al vacío y un molinillo que se utilizaba para adulterar las drogas. También se recogieron documentos con anotaciones que podrían estar directamente relacionadas con la actividad delictiva que se investigaba.
Los detenidos, al igual que sus predecesores, contaban con un amplio historial de antecedentes policiales. Tras ser escuchados por la autoridad competente, fueron puestos a disposición judicial y, en un giro que ha sorprendido a muchos, se les permitió la libertad con cargos, lo que ha desatado un debate sobre las políticas actuales de control del tráfico de drogas en la región.
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