ZARAGOZA, 20 de marzo. El líder del Partido Popular en Zaragoza, Ramón Celma, ha emitido un firme mensaje en respuesta al último intento de los independentistas catalanes de adueñarse de las infraestructuras de Aragón. Durante una visita a la estación de Fayón-La Pobla de Massaluca, Celma afirmó con determinación que "esta estación pertenece a Aragón y permanecerá en manos aragonesas".

La diputada de Junts en el Parlament, Irene Negre, ha manifestado su intención de iniciar gestiones para que la mencionada estación pase a ser considerada parte de Cataluña. Sin embargo, Celma les ha recordado que los ciudadanos aragoneses están preparados para defender lo que les pertenece, subrayando que "no permitiremos que cambie su estatus", en clara defensa de la soberanía de su comunidad.

Además, el presidente provincial se ha dirigido al PSOE de Aragón, demandando claridad sobre su postura respecto a esta situación. "¿Está dispuesta Pilar Alegría y su partido a renunciar a esta estación como han hecho con otras cuestiones?", cuestionó. Celma denunció que este acontecimiento es solo un ejemplo más de la política del Gobierno de Sánchez, caracterizada por ceder ante el separatismo mientras Aragón se siente cada vez más desatendido.

En otro momento de su intervención, Celma hizo hincapié en la evidente desigualdad en el trato hacia Aragón, recordando que, mientras se cerraban líneas ferroviarias en la región bajo el pretexto de falta de recursos, Cataluña recibe generosas inversiones y condonaciones de deudas. Esta situación, según él, es insostenible.

El Partido Popular tiene la intención de llevar la defensa de la estación de Fayón-La Pobla de Massaluca a las instituciones, solicitando una declaración institucional en las Cortes de Aragón y en la Diputación Provincial de Zaragoza, como parte de su estrategia para proteger el patrimonio aragonés.

Celma concluyó su discurso con una advertencia directa a los independentistas: "Pueden tratar de obtener lo que deseen del presidente Sánchez a cambio de apoyos políticos, pero esta estación no será despojada del pueblo aragonés. Aragón merece respeto y una defensa firme".

Complementando estas declaraciones, el alcalde de Fayón, Roberto Cabistany, advirtió que si Aragón pierde el control sobre esta estación, los encargados de asumir las consecuencias serán los residentes locales, quienes verán afectada la financiación de los trayectos. Cabistany recalcó que esto se traduciría en un deterioro de los servicios ferroviarios y en una drástica reducción de las frecuencias para los usuarios del tren.