
En Zaragoza, el diputado del Partido Socialista en las Cortes de Aragón, Álvaro Burrell, ha hecho un enérgico llamado a la consejera de Educación, Tomasa Hernández, para que detenga la reciente adscripción de diversas escuelas infantiles de localidades como Monzón, Barbastro y Calatayud a centros públicos. Burrell argumenta que esta decisión ha creado una situación de desigualdad entre las familias, generando lo que él describe como “familias de primera y familias de segunda”.
Durante una sesión plenaria reciente, Burrell expresó su preocupación por las implicaciones que este cambio implica para los padres que buscan elegir una educación adecuada para sus hijos. Según él, la medida ha introducido un nivel de discriminación en el acceso a los centros educativos, lo que ha llevado a las asociaciones de madres y padres (AMYPAS) de estas regiones a movilizarse y comenzar una campaña de recogida de firmas en oposición a la adscripción de las escuelas infantiles Nuestra Señora de la Alegría y La Paz en Monzón, así como en Barbastro.
El Consejo Escolar de Monzón también se ha manifestado en contra de esta adscripción, mostrando su desacuerdo con la política educativa implementada por el gobierno autonómico. Burrell detalló que, en el sistema actual de acceso a las escuelas infantiles, las plazas se asignan frecuentemente mediante un sorteo, lo que crea un panorama en el que la mayoría de los solicitantes cumplen los criterios mínimos para ingresar.
Sin embargo, Burrell destacó que la nueva adscripción ha otorgado una ventaja a ciertos grupos, ya que los niños inscritos en estas escuelas tienen la posibilidad de ingresar más fácilmente a los colegios públicos ligados a ellas. Esto contrasta con las familias que, por diversas razones, han optado por mantener a sus hijos en casa hasta cumplir los tres años o que han seleccionado centros privados o municipales, dándose el caso de que quedan sin opciones disponibles al no estar su escuela infantil adscrita a un colegio público.
Es importante mencionar que tanto Monzón como Barbastro disponen de una sola escuela infantil del gobierno en cada localidad, cada una con capacidad para recibir alrededor de 36 alumnos en la franja de 2 a 3 años. Estas escuelas alimentan a tres colegios públicos en cada ciudad, que tienen alrededor de 144 plazas en las edades de 3 y 4 años, pero la distribución de plazas se torna difícil dada la creciente demanda.
Burrell advirtió que las plazas disponibles en las escuelas infantiles están siendo ocupadas mayoritariamente por niños que tienen hermanos o hermanas ya matriculados en los colegios adscritos, dejando a los intercambios futuros con escasas oportunidades. “Se ha creado un problema donde no existía y necesitamos volver a un sistema que garantice igualdad de condiciones para todos los alumnos al momento de elegir un centro educativo”, afirmó el diputado. Ante esto, instó a la consejera de Educación a actuar con cautela, sugiriendo un enfoque más reflexivo en lugar de un cambio drástico.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.