En Zaragoza, un alarmante número de 40 hombres que tienen derecho a la protección internacional se encuentran en una situación crítica, viviendo en la calle y dependiendo del albergue municipal como su única opción de asistencia. La consejera de Políticas Sociales del Ayuntamiento, Marian Orós, ha señalado que este hecho pone de manifiesto el "descontrol y colapso migratorio" que se vive bajo la gestión del Gobierno español.

La alarma se disparó en marzo, cuando un grupo de alrededor de cincuenta hombres de Malí llegó a la Casa de las Culturas buscando ayuda, después de que se les notificara que se debían marchar de donde estaban alojados. La situación fue tan grave que el Consistorio se vio en la necesidad de solicitar una reunión con la Delegación del Gobierno en Aragón para abordar lo que Orós calificó como una "situación de abandono" por parte del Ministerio.

La respuesta del Gobierno español ha sido insatisfactoria, como indica la consejera. Según las historias compartidas por los hombres malienses, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones les ofreció una reunión que, en lugar de ayudar, sugería que abandonaran el programa de acogida para trabajar en el sur de España.

Sin embargo, la crisis persiste. Los 40 hombres que actualmente residen en el albergue municipal son un claro reflejo del problema: jóvenes provenientes de Malí, Senegal, Gambia, Costa de Marfil y Somalia, quienes, según la consejera, deberían estar recibiendo atención a través de las entidades asociadas con el Gobierno, y no recurriendo a los servicios para personas sin hogar del Ayuntamiento.

Durante una reciente rueda de prensa, Orós destacó la necesidad urgente de recursos para enfrentar la creciente carga social que representa esta situación, advirtiendo que el Gobierno español está fallando en su responsabilidad. A pesar de ello, reafirmó Madrid su compromiso de mantener a Zaragoza como una ciudad de acogida, pero enfatizó que merece un trato digno e institucional debido a que se trata de personas, no meramente de competencias administrativas.

En respuesta a esta crisis, el Ayuntamiento de Zaragoza está desarrollando un plan de acción para abordar lo que han descrito como "descontrol gubernamental," buscando soluciones efectivas para ayudar a quienes se encuentran en esta difícil situación.