
ZARAGOZA, 9 de octubre. – Julián Aramendía, presidente del comité de empresa del tranvía de Zaragoza, ha declarado que la próxima reunión con Tranvías Urbanos, convocada por el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), representa una "oportunidad" para alcanzar un acuerdo que evite los paros parciales programados entre el 12 y el 19 de octubre, cuyo objetivo es mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
Los trabajadores han planteado demandas que incluyen la reducción de la jornada laboral a entre 7,5 y 8 horas diarias, la necesidad de un "descanso real" en lugar de los 20 minutos que, en muchos casos, se ven dedicados a trasladarse a las áreas designadas, y el reconocimiento de un plus de categoría para el personal de Atención al Cliente, que actualmente es el único grupo no beneficiado, generando así una "desigualdad retributiva".
Si no se llega a un acuerdo en la reunión, los paros se ejecutarán en horarios específicos durante los días mencionados: el 12 de octubre desde medianoche hasta la medianoche, el 13 de octubre de 05:00 a 07:00 y de 22:30 a 23:59, y así sucesivamente en diferentes franjas horarias hasta el 19 de octubre.
Aramendía ha enfatizado que esta reunión debe ser vista como una ocasión para que tanto el Ayuntamiento como la empresa encuentren soluciones inmediatas a un problema que incide directamente en la seguridad del servicio y en el bienestar de los empleados. Ha recordado que llevan más de 11 reuniones sin lograr avances significativos en la negociación del convenio colectivo.
En sus declaraciones a Europa Press, el dirigente laboral ha expuesto que los conductores están realizando jornadas laborales que a menudo superan las ocho horas, con horarios desiguales y descansos que son "insuficientes". Estos factores contribuyen tanto al desgaste físico de los trabajadores como a un potencial riesgo para la seguridad del servicio.
Aramendía ha subrayado la voluntad de los trabajadores de llegar a un acuerdo y evitar un conflicto, afirmando que "si hay disposición por parte de la dirección, se puede resolver en una sola tarde". Afirmó que las demandas son justas y evidentes y expresó su desconcierto ante la falta de progreso en las negociaciones.
Su percepción es que la gestión de la empresa ha estado marcada por la dilación y una estrategia de bloqueo, prolongando el proceso de resolución de los problemas. Recordó que en la negociación anterior, la empresa tomó tres años en llegar a un convenio, lo cual es un patrón que se está repitiendo y que "está afectando la salud de los trabajadores".
Expresó su preocupación por el estado actual de los empleados: "Están exhaustos y no pueden seguir así. Algunos comienzan su jornada a las tres de la mañana, y otros finalizan a las dos y media de la mañana", describiendo un escenario laboral exhaustivo que impacta la capacidad de cumplir con el estándar de calidad y seguridad requerido.
Aramendía cuestionó: "¿En qué condiciones podemos asegurar una adecuada acumulación de energía?", señalando que esta realidad afecta directamente la seguridad del servicio ofrecido a los usuarios.
Indicó que no están pidiendo privilegios, sino condiciones que garanticen la salud de los trabajadores y el nivel del servicio. También recalcó que el Ayuntamiento de Zaragoza tiene la responsabilidad de asegurar el cumplimiento del contrato público y de velar por la calidad del servicio, argumentando que las condiciones actuales son incluso inferiores a las estipuladas en el contrato.
Se dirigió a los usuarios del tranvía para ofrecer disculpas anticipadas, aclarando que los paros, de llevarse a cabo, causarían inconvenientes pero son una medida necesaria ante la falta de soluciones. "Estamos agotados, hemos intentado todas las vías de diálogo y no podemos más", concluyó.
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