Soler (PSOE) exhorta al Gobierno de Aragón a unirse a los municipios del Maestrazgo contra el proyecto de almacenamiento de CO2.

ZARAGOZA, 12 Ago. - La diputada Mari Carmen Soler, perteneciente al grupo parlamentario socialista en las Cortes de Aragón y actual alcaldesa de Mirambel, ha expresado su firme postura contra el plan de almacenamiento de CO2 que se está considerando en la región del Maestrazgo. Según Soler, esta iniciativa representa una amenaza para el futuro de sus habitantes, al tratarse de una tecnología aún en fase experimental que compromete la calidad de elementos vitales como el suelo, el agua y el aire.
En una rueda de prensa celebrada recientemente, la diputada destacó las razones objetivas que justifican el rechazo rotundo del PSOE en el Maestrazgo hacia este proyecto. Subrayó que, a diferencia de las energías renovables, las cuales son sostenibles y benefician económicamente a los municipios, el almacenamiento de CO2 plantea muchas incertidumbres, y no desean convertirse en 'conejillos de indias' en esta experiencia.
Por este motivo, Soler ha presentado una pregunta formal en las Cortes dirigida al consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, solicitando aclaraciones sobre las consecuencias ambientales de este proyecto. "Manifestamos nuestra oposición a la resolución de la Dirección General de Minas, ya que este plan nos afecta directamente", aseguró.
La parlamentaria también criticó la estrategia de confundir las energías renovables con este plan experimental, que conlleva claros riesgos para el futuro del Maestrazgo. "No podemos permitir que nuestra región se convierta en un vertedero de emisiones de dióxido de carbono, un gas nocivo para la salud", afirmó Soler. “En el PSOE del Maestrazgo siempre hemos promovido la protección del medio ambiente y las energías limpias, pero jamás en detrimento de nuestro valioso territorio".
Soler describió el Maestrazgo como un auténtico tesoro natural y paisajístico, advirtiendo que el plan de almacenamiento de CO2 podría afectar gravemente su ecosistema. "Las investigaciones existentes indican riesgos geológicos y medioambientales significativos, como la posibilidad de que la inyección de CO2 a alta presión genere microseísmos, desestabilizando la zona", añadió.
Asimismo, la diputada enfatizó el riesgo de fugas de CO2 que podrían contaminar los acuíferos, fuentes y manantiales, afectando a la agricultura, la ganadería y el agua potable. "No se conocen los efectos a largo plazo que un proyecto de este calibre podría tener sobre la salud de los habitantes. El riesgo de fugas es una amenaza tangible para el bienestar de nuestros vecinos", comentó.
Por último, Mari Carmen Soler subrayó que este tipo de proyecto no solo representa una amenaza para la salud y el medio ambiente, sino que también pone en jaque la economía de la región y puede acentuar el problema de la despoblación. "No entendemos qué beneficios podría traer a nuestra comarca", concluyó.
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