La reciente investidura de Rosa Bolea como rectora de la Universidad de Zaragoza marca un momento trascendental en la historia de la institución. El exrector José Antonio Mayoral subrayó que esta incorporación al liderazgo femenino representa un avance significativo, destacando la valentía necesaria para asumir las responsabilidades que conlleva. Bolea expresó su intención de establecer una visión estratégica que permita a la universidad adaptarse a los nuevos desafíos que enfrenta Aragón, un territorio que se ha convertido en un epicentro de talento, especialmente en el ámbito tecnológico.

El acto de investidura, celebrado en el emblemático Edificio Paraninfo, presentó a dignatarios como el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y la ministra de Educación, Pilar Alegría, quienes reafirmaron el peso y la importancia de la educación superior en el desarrollo local. En un ambiente de solemnidad y compromiso, Bolea recibió su medalla y birrete, marcando el inicio de su mandato al frente de la universidad.

Además de las personalidades políticas, el evento se vio respaldado por una amplia representación de autoridades de la comunidad autónoma, quienes reconocieron la relevancia de la educación y la investigación para el futuro de Aragón. Durante su discurso, Bolea destacó su orgullo por ser monegrina y se comprometió a poner en valor sus raíces y la identidad aragonesa en su nueva posición.

Cerrando un ciclo de liderazgo bajo el mandato de Mayoral, Bolea expresó su agradecimiento por el legado que deja su predecesor, quien ha sido un ejemplo de perseverancia y dedicación en tiempos complejos. La nueva rectora asumió su rol con una mezcla de emoción y responsabilidad, enfatizando que su trayectoria de más de 30 años en la universidad le otorga un profundo conocimiento del entorno académico.

La rectora también abordó el significado simbólico de su nombramiento como un escalón más en la búsqueda de la igualdad de género en el ámbito académico. Bolea manifestó su compromiso de integrar una visión moderna que combine la tradición de la institución con la necesidad de adaptarse a un mundo en constante cambio, asegurando que la Universidad de Zaragoza mantenga su papel como líder en educación y generación de conocimiento.

En sus declaraciones, se refirió a la necesidad de revisar y actualizar la oferta educativa de la universidad, adaptándola a los retos emergentes en un país y una sociedad que evolucionan rápidamente. Resaltó que este dinamismo no solo beneficiará a los estudiantes, sino también a la economía aragonesa, impulsando la formación continua y modalidades educativas innovadoras.

Bolea reafirmó su apoyo a la investigación puntera y elogió las instalaciones científicas de la universidad, que facilitan la innovación y el avance del conocimiento. Además, destacó la importancia de la transferencia de tecnología a la sociedad, evidenciada por el crecimiento de empresas vinculadas a la universidad y un destacable número de patentes activas.

En su visión para el futuro, la rectora se comprometió a modernizar la infraestructura de la universidad. Bolea hizo hincapié en la igualdad de oportunidades, asegurando que se integrará una perspectiva de género en todas las actividades. Al cierre de su intervención, citó a Santiago Ramón y Cajal, instando a la comunidad universitaria a colaborar en la construcción de un futuro mejor para la institución.

El nuevo equipo rectoral está compuesto por un secretario general, un gerente y una serie de vicerrectores que trabajarán junto a Bolea para implementar esta visión. Por su parte, Mayoral compartió que su tiempo al frente de la universidad ha sido enriquecedor, aconsejando a su sucesora y su equipo a no temer al error, enfatizando que la vocación educativa es una fuente de pasión y descubrimiento continuo.