El derribo de la residencia de alumnas de la antigua Universidad Laboral en Zaragoza ha comenzado este lunes y se espera que dure más de dos meses. Esta demolición es un paso clave para la construcción de un nuevo centro logístico inmobiliario, donde se estima que trabajarán entre 1.500 y 2.000 personas cuando esté en pleno funcionamiento.
El consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística, Octavio López, ha destacado que este derribo es un avance en la consolidación de Aragón como una región atractiva para la actividad empresarial y la creación de empleo. Además, ha subrayado que el espacio que antes estaba en desuso ahora será aprovechado de manera eficiente.
El Gobierno de Aragón informó que en septiembre de 2022 se aprobaron los documentos técnicos y jurídicos relacionados con la ordenación urbanística, la reparcelación, la urbanización y los informes ambientales, así como los proyectos de demolición y construcción. Estos proyectos recibieron la aprobación final el 14 de marzo de 2023.
El Plan de Interés General de Aragón (PIGA) Malpica-Santa Isabel-Universidad Laboral contempla la demolición de más de 100.000 metros cuadrados de edificaciones e instalaciones obsoletas e irrecuperables, con el objetivo de transformar el área en un centro logístico inmobiliario. Se construirán cinco naves con más de 213.000 metros cuadrados, con una inversión aproximada de 300 millones de euros.
Además, el Gobierno regional obtendrá unos ingresos de casi 24 millones de euros por esta actuación, a un precio de 87 euros por metro cuadrado, casi tres veces el valor de otras enajenaciones de terrenos para fines productivos en la zona cercana a la capital aragonesa.
El consejero López ha destacado la importancia de este día para Aragón y Zaragoza, reconociendo la función social que cumplió la Universidad Laboral durante sus 30 años de existencia, formando a miles de ciudadanos en sus instalaciones.
La demolición de la antigua residencia de alumnas requerirá aproximadamente seis semanas para demoler 70.000 metros cúbicos de material, seguidas de otras seis semanas para la clasificación de residuos.
El director del proyecto de ejecución, Jaime Molina, ha explicado que el objetivo principal es preparar la explanada para las futuras construcciones. La obra se llevará a cabo en tres fases: la primera para desalojar el material documental y de archivo que el Gobierno de Aragón tenía en esas instalaciones, la segunda consistirá en la demolición de todos los edificios y, finalmente, se reutilizará la mayor parte del material.
El edificio que se está demoliendo tiene 98 metros de largo, 18 de ancho y 40 metros de alto. En su estructura se encuentran 1.100 toneladas de acero, 2.000 metros cúbicos de hormigón, 5.000 metros cúbicos de albañilería y una cubierta de fibrocemento de 350 metros cuadrados. Para su demolición se está utilizando una retroexcavadora de 120 toneladas.
La seguridad de los trabajadores y los criterios de sostenibilidad han sido prioritarios en la demolición de los 15 edificios que conformaban el antiguo complejo formativo.
Se ha procedido primero a vaciar los edificios para evitar que el escombro se vea afectado por objetos personales y no se pueda utilizar para el relleno de la explanada. Luego, se han iniciado las demoliciones con máquinas de gran tonelaje, principalmente retroexcavadoras equipadas con mandíbulas y martillos rompedores.
Una vez que el edificio esté demolido, se realizará la selección de materiales, separando el hierro para su correcta gestión y utilizarlo en el relleno de la explanada.
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