El Gobierno de Aragón ha dado un paso significativo para la preservación y promoción de uno de sus productos más emblemáticos, la Trufa Negra de Teruel. El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Javier Rincón, firmó recientemente una orden que concede a la marca 'Trufa de Teruel' la Protección Nacional Transitoria (P.N.T.). Este reconocimiento es un distintivo valioso que permite que este producto se comercialice bajo la calidad diferenciada de Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.).
Rincón destacó que la obtención de la Protección Nacional Transitoria certifica no solo la calidad del producto, sino que también garantiza a los consumidores que están adquiriendo un artículo auténtico, originario de la provincia de Teruel y de excepcional calidad. Este distintivo, que se concede a la 'tuber melanosporum vitt', conocida popularmente como trufa negra de invierno, resalta la singularidad de la producción trufícola de la región.
Este importante anuncio fue anticipado por el consejero a principios de diciembre en Sarrión, en el marco de la inauguración de la XXIII edición de Fitruf, una feria dedicada a la trufa negra. En esa ocasión, Rincón se comprometió a que la Trufa Negra de Teruel obtendría la Protección Nacional Transitoria antes de que finalice el año 2024, mostrando así un firme compromiso con el sector.
Acompañado por la directora general de Innovación y Promoción Alimentaria del Gobierno de Aragón, Amparo Cuéllar, Rincón celebró que, si se ratifica la I.G.P. a nivel europeo, la Trufa de Teruel se convertiría en el primer hongo en España en contar con un distintivo de calidad. En este sentido, resaltó la ausencia de calificativos de este tipo en el país para productos similares.
Durante este evento significativo, Rincón formalizó un protocolo de colaboración con el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste, y con el presidente de la Asociación de Trificultores y Recolectores de Trufa de Teruel (Atruter), Daniel Brito. Este acuerdo tiene como objetivo fomentar la promoción y el reconocimiento de la Trufa de Teruel en el mercado.
El consejero remarcó la importancia de la trufa como modelo de desarrollo económico y social para la provincia, argumentando que ha logrado poner a Teruel en el mapa mundial y ha hecho una contribución excepcional a la gastronomía y al sector alimentario en Aragón. Esto refuerza el papel de la trufa como un producto que no solo es rentable, sino que también enriquece la cultura gastronómica regional.
Además, Rincón valoró el incremento en el catálogo de productos de calidad de Aragón, que sigue creciendo y diversificándose, constituyendo un verdadero sello de distinción para la Comunidad Autónoma.
La figura de Protección Nacional Transitoria, que se inscribe en los trámites para el registro de una Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) o de una Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.), ofrece una protección voluntaria que pueden solicitar las asociaciones de productores o transformadores. Esto permite que, aunque aún no se haya registrado la D.O.P./I.G.P. a nivel comunitario, el producto esté protegido a escala nacional.
En la actualidad, el registro de la I.G.P. Trufa de Teruel está pendiente de revisión en Europa, lo que significa que aún no se puede establecer una fecha definitiva para el cierre del expediente.
La producción de trufa en Aragón asciende a un total de 109.000 kilos, distribuidos en 10.500 hectáreas de cultivo, donde se combina el secano y el regadío. En este panorama agrícola, Teruel destaca como la provincia con el mayor nivel de producción de trufa negra a nivel mundial, con más de 8.800 hectáreas de cultivo, lo que representa el 83.5% del total aragonés.
En 2023, la producción de trufa en Teruel alcanzó los 83.040 kilogramos, equivalentes al 76% de la producción total en Aragón. En contraste, la provincia de Huesca cuenta con 1.232 hectáreas, que producen cerca de 15.000 kilos, y Zaragoza dispones de 475 hectáreas que generan más de 11.000 kilos de este valioso hongo.
Aragón se enorgullece de contar con seis sellos que avalan la calidad de sus productos, destacando entre ellos doce marcas bajo la Denominación de Origen Protegida. De estas, siete están vinculadas al sector vitivinícola, mientras que las restantes pertenecen a otros alimentos regionales, como el Jamón de Teruel y el Melocotón de Calanda.
Adicionalmente, la comunidad tiene otras figuras de calidad reconocidas, como el sello de Artesanía Alimentaria de Aragón, que agrupa a más de un centenar de empresas y maestros artesanos, así como la marca C'Alial, que suma 26 operadores. También existe un registro de producción integrada y un sello de producción ecológica que actualmente certifica a más de 1.600 operadores, reflejando la variedad y calidad de la oferta alimentaria en la región.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.