La reciente tormenta de agua y granizo que azotó la comarca de Campo de Cariñena ha dejado una huella devastadora en los cultivos, con un estimado del 75 por ciento de las cosechas de fruta y almendra, aún pendientes de recolectar, seriamente comprometidas.

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA) ha manifestado su alarma por el impacto que este fenómeno meteorológico ha tenido en el sector agrícola de varias regiones aragonesas.

Testimonios de los miembros de ARAGA indican que el daño ocasionado por la tormenta ha sido “notable”, afectando especialmente a localidades como Bardallur y Paniza.

Uno de los agricultores de Bardallur, Luis Vicente Medrano Gil, ha comentado que aproximadamente un 75 por ciento de lo que restaba por cosechar se ha visto afectado. “Estábamos recogiendo fruta y almendras, y aún había otros cultivos como maíz y olivas que no iban a ser recolectados en el corto plazo”, añadió.

Respecto a las repercusiones económicas, Medrano explicó que es complicado determinar el impacto financiero exacto hasta que se complete la recolección de lo que queda.

En Paniza, otro agricultor, Miguel Antonio García Julián, ha informado que sus viñas han sufrido un deterioro del 50 por ciento, aunque ha subrayado que toda su explotación ha sido afectada. “Nos encontramos en el inicio de la vendimia”, comentó.

García Julián también hizo hincapié en que “los efectos económicos derivados de un pedrisco de esta magnitud son inevitables, aunque todavía estamos en proceso de evaluación”. En relación a las infraestructuras, destacó que no se han reportado daños en maquinarias, pero sí en caminos y barranqueras que requieren reparaciones urgentes.

La tormenta también ha tenido un impacto notable en infraestructuras públicas, como las piscinas de Bardallur, las cuales han resultado dañadas, y ha dejado calles cubiertas de barro y piedras. Algunas viviendas han presentado inundaciones, aunque en menor medida.

Este nuevo desastre representa un “golpe” significativo para los agricultores aragoneses, y es crucial que se implementen medidas para mitigar los daños, según lo indicado por la organización agraria. ARAGA ha enfatizado la necesidad de que los productores y ganaderos afectados reciban el apoyo y las ayudas pertinentes para hacer frente a esta adversidad. “Sería fundamental que existieran ayudas para enfrentar esta situación”, afirmó Miguel Antonio García.

En respuesta a la crisis, la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA) está llevando a cabo un análisis de los daños y se compromete a ofrecer asistencia a sus socios que han sufrido las consecuencias de la tormenta.