
ZARAGOZA, 26 de agosto. La empresa Sociedad La Nueva Romareda SL está lista para dar inicio este martes a la ambiciosa tarea de desmantelar las icónicas torres de iluminación que han adornado el antiguo campo de fútbol municipal. Este proceso, que se estima que durará aproximadamente dos semanas, representa una etapa significativa en la remodelación de la instalación deportiva.
Las torres, que se elevan hasta 55 metros, destacando sus características estructuras de 45 metros en pintura azul y 10 metros de parrilla blanca, son los últimos vestigios visibles de un recinto que ha marcado la historia futbolística de la ciudad. Estas emblemáticas estructuras fueron testigos de innumerables momentos destacados en el deporte local.
Para llevar a cabo el desmontaje, se empleará una grúa autopropulsada que facilitará el corte y la bajada controlada de las piezas, además de una plataforma elevadora de hasta 90 metros de altura. Esta maquinaria ha tenido que ser transportada de manera especial desde Galicia, ya que en territorio nacional es escaso encontrar equipos de tales proporciones.
El primer paso en este proceso comenzará con la torre de iluminación noroeste, situada en el paseo de Isabel La Católica, frente a los Porches del Audiorama. A lo largo de la semana, se procederá a la eliminación de las torres noroeste y suroeste, ubicadas cerca de la plaza Eduardo Ibarra, y por último, se abordará el derribo de la estructura en la esquina sureste, que da a la calle Jerusalén con el mismo paseo.
Es importante señalar que el plan establecido podría ajustarse según se vayan desarrollando los trabajos, en función de los criterios técnicos que se establezcan, dado que la labor presenta desafíos significativos que merecen un vigilancia continua.
Además, el trabajo en altura dependerá de las condiciones meteorológicas favorables, lo que implica que no deben presentarse lluvias intensas ni vientos fuertes para asegurar un entorno seguro para los trabajadores durante el desmantelamiento.
Cada torre será desmantelada en un proceso metódico dividido en tres etapas. En la primera fase se retirará la parrilla blanca de aproximadamente 10 metros de altura, que albergaba los focos, junto con unos pocos metros de la columna azul. Los técnicos procederán a cortar la estructura y una vez asegurada la pieza, la grúa la descenderá al suelo.
El siguiente paso incluirá el desmonte de un tramo de 20 metros de la torre utilizando el mismo procedimiento, y en la fase final, se llevará a cabo la demolición de los últimos 20 metros, que serán destruidos directamente en el nivel del suelo mediante maquinaria especializada que cortará el material.
Todos los materiales extraídos serán enviados a un centro de valorización donde serán reciclados y reutilizados, gracias al predominio del metal en su composición. Esta iniciativa está alineada con los principios de sostenibilidad que han llevado al proyecto de La Nueva Romareda a alcanzar la certificación BREEAM ES.
Entre las ventajas que proporciona esta certificación se encuentra la significativa reducción de los costos operativos y de mantenimiento a largo plazo, así como una gestión constructiva responsable. Se destaca que, en la primera fase de la obra, se logró valorizar más del 95 por ciento de las 11.700 toneladas de residuos generados, reafirmando así el compromiso con prácticas sostenibles y eficientes.
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