Crónica Aragón.

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Fundación Santa María de Albarracín rescata pinturas del XVIII.

Fundación Santa María de Albarracín rescata pinturas del XVIII.

En la pintoresca localidad de Albarracín, el Curso Superior de Conservación y Restauración de Pintura de Caballete, parte del XXVII Ciclo Formativo que organiza la Fundación Santa María, se encuentra en su fase final. Este año, el enfoque se centra en la restauración de tres valiosas obras anónimas del siglo XVIII, las cuales pertenecen a la Iglesia de Santa María y actualmente están resguardadas en los archivos de la Catedral.

Desde el 4 hasta el 22 de agosto, un grupo de diez talentosos restauradores, seleccionados entre más de cincuenta postulantes, están llevando a cabo un intensivo trabajo. Se ocupan de tres piezas de arte religioso que presentan un delicado estado de conservación, según la información proporcionada por la Fundación.

La dirección del curso está bajo la tutela de Nuria Fuentes, doctora en Bellas Artes y profesora en la Universidad Complutense de Madrid, quien se encarga de coordinar y guiar este proceso educativo.

Entre las obras objeto de restauración destaca un impresionante óleo sobre lienzo de grandes dimensiones que ilustra a Santa Teresa en el acto de escribir. Esta obra se encontraba en un estado lamentable, con un soporte debilitado y múltiples daños estructurales.

Además, se ha intervenido en otra pintura de tela que muestra a San Antonio de Padua sosteniendo al Niño. Aunque su estado estructural es un poco más estable, la obra presentaba una fuerte oxidación de los barnices y un marco que había sido reutilizado de otra pieza, el cual ha recibido varias capas de repintado a lo largo del tiempo.

La tercera obra tratada es una representación de la Virgen del Carmen con el Niño, pintada sobre tabla. Lo peculiar de esta pintura es que está integrada en un robusto marco plateado, el cual lleva decoraciones en relieve que también forman parte de la superficie pintada.

Antes de iniciar cualquier intervención, se realizaron exhaustivos estudios técnicos. Esto incluyó la toma de fotografías con distintos tipos de iluminación —directa, rasante, transmitida y ultravioleta— así como un minucioso examen organoléptico para identificar y analizar todas las patologías presentes en cada obra.

Con base en este análisis detallado, se ha trabajado tanto en los soportes —ya sean de tela, madera o bastidor— como en la propia capa pictórica de las obras.

Las tareas realizadas abarcan la limpieza superficial de las pinturas, la consolidación de soportes dañados, la desinfección y tratamientos contra insectos, así como la estabilización de la película pictórica y la limpieza de los estratos cromáticos. Los marcos también han recibido tratamiento específico, adaptado a las necesidades de cada pieza.

Este curso superior se destaca por su enfoque práctico, brindando a los estudiantes la oportunidad de aplicar sus conocimientos en un entorno real de conservación del patrimonio.

Bajo la orientación del equipo docente, los alumnos no solo restauran obras individuales, sino que también comparten diagnósticos y toman decisiones técnicas en conjunto, favoreciendo un aprendizaje mutuo que enriquece la experiencia formativa y potencia la colaboración en el taller.

Esta iniciativa forma parte de un programa anual que ofrece formación especializada en la conservación y restauración de bienes culturales, respaldado por el Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM). Este programa incorpora las actividades de formación en su Plan de Formación para el Empleo, contribuyendo a la educación y capacitación en este valioso campo.