CHA advierte sobre el peligro de los grandes proyectos eólicos en el Moncayo y reclama su detención inmediata.

En Zaragoza, el pasado 5 de agosto, la secretaria general de Chunta Aragonesista (CHA), Isabel Lasobras, ha hecho un llamado urgente sobre el peligro que representan los nuevos proyectos eólicos en la zona del Moncayo, considerada una de las riquezas naturales y culturales más relevantes de Aragón.
Lasobras, en una visita a la comarca del Campo de Borja, expresó su oposición ante lo que describe como un enfoque desordenado y especulativo en la instalación de energías renovables, que amenaza la integridad del paisaje y el patrimonio de la región. “No podemos permitir que el Moncayo se convierta en un mero terreno de ganancias para grandes corporaciones energéticas que anteponen el beneficio económico al bienestar de los ciudadanos”, enfatizó.
Un aspecto destacado por CHA es el proyecto 'Los Borjas I', que prevé la instalación de siete aerogeneradores de hasta 200 metros de altura, ubicados a poca distancia del Parque Natural del Moncayo y del Monasterio de Veruela. Lasobras advierte que la cercanía de estos aerogeneradores representa una “agresión” en términos visuales, acústicos y medioambientales, que no se puede aceptar.
La dirigente de CHA subrayó que la implementación de estos grandes proyectos podría acarrear consecuencias irreversibles. “Se produciría una transformación drástica del paisaje que afectará tanto el atractivo turístico de la región como su identidad cultural,” aseveró.
Además, Lasobras destacó los efectos negativos sobre la biodiversidad, mencionando que en 2023 se reportaron más de 600 muertes de aves debido a colisiones con aerogeneradores en la comarca de Borja. Hizo hincapié en que este tipo de proyectos también generan contaminación acústica que contraviene la legislación aragonesa en áreas sensibles, como el entorno del Monasterio de Veruela, y limitan las oportunidades de desarrollo turístico sustentado en la conservación del medio ambiente.
También, la falta de implicación de la comunidad en la evaluación de estos proyectos fue otro punto crítico señalado por la CHA. “Los habitantes de la región han dejado claro su rechazo. No se puede decidir desde las oficinas lo que afecta al futuro de nuestras localidades,” enfatizó Lasobras.
En respuesta a esta problemática, CHA ya ha presentado propuestas que abogan por una planificación energética adecuada y justa, excluyendo del desarrollo de energías renovables aquellas áreas que poseen un alto valor natural y cultural, como el entorno del Moncayo.
Por último, han solicitado que se declare al Moncayo como área de especial protección contra proyectos eólicos y fotovoltaicos, apoyando iniciativas como la Red Natura 2000 y el Paraje Natural, y exigen la paralización inmediata de todos los proyectos eólicos en fase de tramitación en las comarcas del Campo de Borja, Tarazona y el Moncayo, hasta contar con un plan energético que respete el medioambiente y el tejido social.
“La transición energética no debe basarse en la destrucción de nuestros patrimonios, ecosistemas y comunidades. El Moncayo es cultura, biodiversidad y futuro, y estamos decididos a protegerlo”, concluyó Isabel Lasobras.
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