Crónica Aragón.

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Aragón tendrá su centro de emergencias listo para finales de 2026 con una inversión de 9 millones.

Aragón tendrá su centro de emergencias listo para finales de 2026 con una inversión de 9 millones.

Con el objetivo de optimizar la gestión de emergencias en la región, han comenzado las obras para transformar una antigua nave en el nuevo Centro Integrado de Gestión de Emergencias de Aragón (Cigear), situado en la calle Isabel de Santo Domingo en Zaragoza. Esta iniciativa, anunciada por el presidente de Aragón, Jorge Azcón, busca que las instalaciones estén completamente operativas para finales de 2026, con una inversión total de 9 millones de euros, lo cual se considera una opción económica al reutilizar un edificio que había permanecido inactivo durante más de una década.

Durante su visita a las obras, Azcón resaltó la importancia de este centro al calificarlo como un planteamiento "inteligente" y "bien fundamentado" en términos del interés colectivo, asegurando que las instalaciones proporcionarán los estándares adecuados para los profesionales encargados de las emergencias en la comunidad.

El presidente enfatizó la necesidad de equipar a estos profesionales con "las mejores instalaciones", subrayando que, desgraciadamente, Aragón cuenta con experiencia en afrontar desastres naturales como incendios, inundaciones o nevadas, así como incidentes recientes como la pandemia de COVID-19. Este nuevo centro también atenderá emergencias cotidianas, que son igual de relevantes para la ciudadanía.

“En un mundo ideal, no debería ser necesario un edificio de emergencias, pero el pasado nos ha demostrado lo contrario”, afirmó Azcón, quien subrayó la importancia de estar preparados y actuar proactivamente ante las crisis.

El nuevo Centro de Emergencias, que contará con una superficie de 6,300 metros cuadrados, se diseñará para ser "operativo, eficiente y eficaz". Esto se logrará tras un diálogo entre los diseñadores del proyecto y los profesionales del sector, quienes han compartido sus requerimientos específicos.

La rehabilitación de lo que solía ser un edificio desocupado no solo es un paso hacia la modernización de la infraestructura de emergencia, sino que también representa un ahorro significativo para los contribuyentes aragoneses. El costo de la reforma se estima en 7.2 millones de euros, sumando otros 1.8 millones para el equipamiento necesario.

Los plazos de construcción están fijados, comenzando con la fase de demoliciones que se extenderá hasta septiembre. Las labores estructurales se llevarán a cabo entre junio y octubre, y se prevé que las instalaciones estén listas para funcionar a finales de 2026, con tecnología avanzada que mejorará la respuesta ante emergencias.

Azcón también mencionó que el nuevo centro permitirá una coordinación más efectiva y rápida en situaciones críticas, optimizando la respuesta de los diferentes servicios operativos involucrados.

El edificio contará mayoritariamente con espacios en la planta baja, facilitando así una circulación más eficiente para el uso de los múltiples servicios de emergencias que convergen en el centro, incluyendo policía, bomberos y servicios médicos.

Uno de los elementos centrales del edificio será la sala de teleoperación y movilización, donde se gestionarán servicios importantes como el 061 y el 112. Además, este centro integrará otras áreas cruciales, como la coordinación para incendios forestales y la movilización de ambulancias.

Las instalaciones incluirán también aulas de formación y salas de reunión, con el propósito de complementar la capacitación constante del personal de emergencia. Además, la Policía Nacional que actualmente opera en la zona Expo será trasladada a este nuevo espacio, generando un ahorro considerable en alquileres.

La remodelación contempla el uso de patios internos con áreas verdes, que contribuirán a la organización funcional del edificio, al mismo tiempo que se agrupan los espacios según las distintas necesidades de emergencia y capacitación.

El diseño del nuevo centro está pensado para ser inclusivo, incorporando a servicios de emergencia no solo autonómicos, sino también locales y estatales, como la Policía Local de Zaragoza, entre otros.

Se contemplan dos accesos en la planta baja del edificio, uno dedicado específicamente al funcionamiento del centro de emergencias y otro para la Policía, lo que permitirá un funcionamiento autónomo, a la vez que favorece la colaboración entre ambos en situaciones que lo requieran.

Azcón también destacó la ubicación estratégica del centro, que facilitará la movilidad y permitirá a los servicios de emergencia responder de manera más efectiva en Zaragoza y áreas adyacentes.

Respecto al estado del edificio, se conservárá la fachada existente, pero se realizarán mejoras en los aislamientos y sistemas de energía, incluyendo la instalación de placas solares, que contribuirán a un menor consumo energético, sin llegar a la autosuficiencia completa.

Esta distribución también permitirá un uso más eficiente del espacio, reduciendo los costos de climatización, además de que se aprovecharán las infraestructuras de telecomunicaciones previamente existentes en el edificio, que antes funcionaba como un centro de atención telefónica.

Finalmente, Azcón afirmó que se ha puesto especial atención en aspectos como la ventilación natural y la entrada de luz, lo que no solo mejorará el ambiente interno, sino que también generará un ahorro significativo en los costos operativos futuros.