El consejero Manuel Blasco ha hecho un llamado a la ciudadanía para que colabore en la prevención de incendios, recordando que el 40% de los siniestros se deben a negligencias, mientras que el 31% son provocados intencionadamente. Es crucial que cada individuo tome conciencia de su responsabilidad en la protección del entorno natural.
ZARAGOZA, 26 de mayo. A partir del 13 de junio, Aragón pondrá en marcha la fase más intensa del Dispositivo de Prevención y Extinción de Incendios de Aragón (INFOAR), una iniciativa que se extenderá hasta el 14 de septiembre. Este año se presenta con perspectivas favorables, dada la alta humedad resultante de las intensas lluvias primaverales y la incorporación de nuevos recursos materiales para combatir las llamas.
Entre las herramientas disponibles este año se incluyen un helicóptero destinado a la coordinación de los medios aéreos desde la nueva base de Villanueva de Gállego, así como cinco nuevas autobombas, un puesto de mando ligero, nuevos puntos de acceso al agua y FLAMA, una innovadora aplicación diseñada para gestionar integralmente los incendios.
El Gobierno aragonés ha decidido destinar más de 49 millones de euros a este dispositivo, que contará a diario con la participación simultánea de 627 personas. En caso de situaciones de riesgo extremo o cuando se declare el estado de incendio, el número de operativos se incrementará según las necesidades del momento.
Durante la presentación del operativo, Blasco, junto con la directora general de Gestión Forestal, Ana Oliván, y Maribel Ureta, jefa del servicio de Gestión de Incendios, explicaron que este periodo de prevención es una prioridad para el Ejecutivo regional. Blasco aseguró que, a pesar de las condiciones favorables del 2023 y 2024, no se deben bajar la guardia, ya que las circunstancias pueden cambiar rápidamente.
El consejero destacó la necesidad de un mayor esfuerzo en la inversión, con el fin de garantizar 12 meses de trabajo continuado para los operarios de Sarga y aumentar los recursos en maquinaria, infraestructura y puntos de agua, lo que resulta esencial para una respuesta más eficaz ante incendios. Además, enfatizó la importancia de la prevención, que debe ser un compromiso compartido por todos los ciudadanos.
Es relevante mencionar que el 40% de los incendios tienen su origen en negligencias, mientras que el 31% son intencionados. Solo un 2,2% fueron causados por accidentes y un 26% están aún bajo investigación. “La mayoría de los incendios son consecuencia de acciones humanas; por lo tanto, la precaución debe ser la clave”, subrayó Blasco.
La actividad agrícola es uno de los factores que más influyen en el aumento de incendios durante el verano, como destacó Maribel Ureta. Según sus datos, el 28% de las áreas afectadas por incendios en esta época corresponden a superficies agrícolas, alcanzando hasta 25,000 hectáreas en los últimos 25 años.
Además, Ana Oliván mencionó que, en circunstancias extremas clasificada como ‘rojo plus’ —nunca antes establecida—, la Administración tiene la potestad de implementar medidas adicionales, que podrían incluir restricciones en el acceso a zonas montañosas.
Para contribuir a la reducción de incendios forestales, el Nivel de alerta por peligro de incendios forestales (NAPIF) es una herramienta vital, gestionada diariamente por la Dirección General de Gestión Forestal. Este sistema clasifica el riesgo en cinco niveles y regula las actividades en áreas naturales que podrían causar incendios.
Aragón cuenta con una infraestructura robusta para enfrentar incendios, con 62 brigadas forestales terrestres, junto a ocho brigadas helitransportadas. Cada brigada está al mando de un Agente para la protección de la Naturaleza, y el dispositivo dispone de 43 vehículos, garantizando una rápida respuesta ante emergencias.
Las instalaciones para el control y extinción de incendios incluyen cuatro centros de dirección y coordinación, nueve bases de helicópteros, y 80 puestos de vigilancia, así como más de 3,500 puntos de acceso al agua.
Durante la fase crítica, se tendrán a disposición tres bulldozers por provincia, listos para ser despachados a cualquier incidencia. Asimismo, se operarán nueve aeronaves, de las cuales una estará destinada a la coordinación y ocho estarán asociadas a brigadas helitransportadas, asegurando un amplio despliegue ante situaciones de emergencia.
Desde Teruel hasta otras partes de la comunidad, se están realizando mediciones de humedad en la vegetación, lo que mejorará la precisión de los índices de peligro de incendios. En cuanto a la aplicación FLAMA, su módulo de meteorología ya está en funcionamiento, y otros módulos para la gestión integral están en desarrollo.
Además de las nuevas autobombas, se ha incorporado un puesto de mando ligero, que facilitará el trabajo de coordinación y comunicación durante los incendios. Ana Oliván ha resaltado cómo esta herramienta mejorará la eficiencia operativa en situaciones con múltiples incendios simultáneos.
Por último, se han implementado planes de formación para el manejo de incendios de alta complejidad, y se espera la creación de Planes de Defensa en las 28 áreas territoriales de Aragón para asegurar una respuesta estructurada y efectiva ante el riesgo de incendios.
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