En un evento recientemente celebrado en Zaragoza, la ministra de Educación, Pilar Alegría, se encontró en el centro de la polémica por su falta de visita a las localidades afectadas por las inundaciones ocurridas el último fin de semana. La vicepresidenta del Gobierno aragonés, Mar Vaquero, ha criticado duramente esta ausencia, sugiriendo que la situación no le ha preocupado en absoluto.

Durante una rueda de prensa, Vaquero anunció la implementación de una nueva línea de ayudas para las empresas perjudicadas por las tormentas en las provincias de Zaragoza y Teruel. No obstante, su discurso estuvo marcado por un fuerte reproche a la socialista Alegría, quien, según ella, ha fallado en su deber de asistir a las comunidades en crisis.

La vicepresidenta no dudó en calificar de “impresentables” las declaraciones de Alegría durante una sesión de control en el Congreso, donde criticó el comportamiento del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, quien se ausentó de su puesto en medio de las tormentas. Vaquero consideró inaceptable que Azcón hubiera viajado a Galicia en coche oficial durante ese período crítico.

En su análisis, Vaquero apuntó que las afirmaciones de Alegría parecen ser un intento de desviar la atención de los verdaderos problemas que afectan al Gobierno de España, incluyendo la creciente corrupción que rodea a Pedro Sánchez y el propio partido socialista, del que Alegría es la dirigente en Aragón.

Ante las críticas, la portavoz del Gobierno aragonés defendió que todos los altos cargos viajan en vehículos oficiales por razones de seguridad, argumentando que es una práctica habitual. Sin embargo, cuestionó la falta de presencia de Alegría en las comunidades devastadas por las inundaciones, sugiriendo que podría haber estado allí representando a los aragoneses y mostrando verdadera preocupación por sus problemas.

A pesar de la controversia, la ministra continuó con su agenda y participó en el acto de clausura del curso del CPIFP Corona de Aragón en Zaragoza, lo que generó más críticas por su aparente desconexión con la realidad de los afectados por las lluvias.

Vaquero concluyó enfatizando que el Gobierno de Aragón ha estado en constante comunicación con los alcaldes y ciudadanos desde el primer momento de la crisis. Aseguró que no hubo un solo día en que no se trabajara para mitigar las consecuencias, contrastando esta acción con la inacción de Alegría, quien, según Vaquero, todavía no se ha acercado a comprender el impacto de las inundaciones en la región.