
El 16 de octubre en Zaragoza, el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Javier Rincón, se pronunció enérgicamente durante la sesión plenaria de las Cortes autonómicas en contra de cualquier proyecto de trasvase del Ebro. Según sus palabras, el verdadero desafío no es la falta de agua, sino la carencia de infraestructuras adecuadas. Rincón advirtió que el tema del agua en la región todavía carece de una solución viable.
Rincón reafirmó la postura firme del Gobierno de Aragón contra los trasvases del Ebro, insistiendo en que el Partido Popular (PP) regional ha dejado clara su oposición en varias ocasiones, siendo la más reciente la intervención del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, el pasado 3 de octubre.
En su intervención, el consejero recordó que en un encuentro en Murcia el mes anterior, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, no mencionó en ningún momento la recuperación del trasvase del Ebro, centrándose más en la preocupación por el trasvase Tajo-Segura. Rincón rechazó las insinuaciones del PSOE, a quienes acusó de intentar desviar la atención de los escándalos cotidianos que afectan a los ciudadanos españoles, calificando su retórica de "ilusionismo político".
Además, Rincón subrayó que cualquier trasvase del Ebro sería "inviable desde un punto de vista medioambiental, social y económico", recordando que ya en esta legislatura las Cortes de Aragón se habían opuesto con firmeza a dicha medida.
El consejero también expresó su preocupación por los intentos de los independentistas catalanes de desvincular la gestión del Ebro en su comunidad del resto de la cuenca, un movimiento que considera perjudicial para todos.
La estrategia del Gobierno de Azcón, según Rincón, se centra en un uso más eficiente del agua y en impulsar el regadío, algo que requiere la finalización de obras y un compromiso claro para iniciar nuevas infraestructuras que garanticen un suministro adecuado de 6.550 hectómetros cúbicos, respetando así la normativa estatutaria.
Por otro lado, se manifestaron preocupaciones en el sector agrario sobre una posible reducción de las asignaciones de agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), una acción que, según Rincón, podría poner en riesgo la modernización de las explotaciones agrícolas en la región.
Desde la oposición, el portavoz socialista en Agricultura, Marcel Iglesias, alertó que, de alcanzar el poder, el PP y Vox podrían reactivar el trasvase del Ebro, lo que él considera una amenaza significativa para el sector primario aragonés. Señaló que hay una obligación legal de oponerse a tales trasvases, criticando la actitud del presidente Azcón al aplaudir a Feijóo en su reciente aparición pública en Murcia.
Iglesias recordó el intento del PP durante el gobierno de José María Aznar de implementar el trasvase del Ebro, un proyecto que fue finalmente derogado por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tras su victoria electoral hace dos décadas.
Fernando Ledesma, portavoz del PP, reafirmó la firme posición de su partido en contra del trasvase del Ebro, enfatizando que esta postura no cambia independientemente de quién lo solicite, en clara contraposición a lo que, según él, haría el PSOE en caso de presión por parte de independentistas catalanes.
El portavoz adjunto de Vox, Santiago Morón, también intervino para afirmar que su partido es el único que mantiene una política clara sobre el agua, criticando la inconsistencia del PP y el PSOE respecto a sus posiciones sobre los trasvases en función del lugar.
José Luis Soro, representante de CHA, lamentó que las discusiones sobre el trasvase del Ebro resurjan cíclicamente, insinuando que el PP solo utiliza este tema como tácticas de campaña, mientras que Pilar Buj, de Aragón-Teruel Existe, enfatizó que el rechazo al trasvase forma parte integral de la identidad aragonesa desde su inicio en 1974.
En su intervención, Buj citó la necesidad de que quienes desean llevarse el agua aragonesa enfrenten la resistencia de su pueblo, evocando una frase resonante en el imaginario regional.
Por último, en el turno de Podemos, Andoni Corrales subrayó que la situación del agua en Aragón no es de abundancia, recordando las movilizaciones históricas que han tenido lugar en la región en oposición a la explotación del recurso hídrico. Además, Álvaro Sanz de IU cuestionó algunas afirmaciones de Rincón, sugiriendo que la narrativa sobre el aumento de dotaciones en un contexto de sequía estructural es peligrosa y potencialmente engañosa.
El diputado del PAR, Alberto Izquierdo, también criticó la falta de coherencia en los discursos del PP, observando que tienden a cambiar de posición según la localización geográfica, lo que podría perjudicar a los regantes de la región.
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