Este jueves, el consejero de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial del Gobierno de Aragón, Octavio López, no ocultó su preocupación durante la sesión plenaria de las Cortes. Exigió con urgencia que se aceleren las obras estatales y pidió la convocatoria de la comisión bilateral con el Ministerio de Transportes para abordar de manera efectiva las necesidades de infraestructura en la región.
“Es inaceptable que una comunidad que se prepara para recibir inversiones superiores a 70.000 millones de euros no reciba el apoyo necesario del Gobierno central para impulsar la ejecución de infraestructuras que son cruciales para el crecimiento que se avecina en Aragón”, expresó con firmeza el consejero en su intervención.
Durante su comparecencia, solicitada por él mismo, López analizó la situación de las infraestructuras estatales en Aragón, coincidiendo con el primer aniversario de la única reunión bilateral desde el inicio de la actual legislatura entre el Gobierno autonómico y el Ministerio de Transportes.
El consejero destacó los evidentes retrasos y la falta de compromiso por parte del Ministerio que dirige el señor Puente en relación con las infraestructuras viarias, algo que considera no solo frustrante, sino también injusto para los ciudadanos aragoneses.
Uno de los puntos más críticos en su discurso fue la Autovía A-68, conocida como la Autovía del Mediterráneo, cuyas obras entre Mallén y Gallur se han inaugurado con accesos inadecuados, mientras que el tramo entre El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro, cuya finalización se había planeado para 2023, ahora se prevé que no termine hasta 2026. López insistió en la necesidad de una bilateral que ya se ha retrasado en múltiples ocasiones.
Asimismo, cuestionó la situación del tramo Fuentes-Quinto, que se anunció para licitación antes de fin de año, y de los proyectos para los tramos El Regallo-Alcañiz y Alcañiz-Ventas de Valdealgorfa, las cuales deberían haber estado listas antes del 31 de diciembre.
“En la reunión del año pasado, se mencionó la intención de priorizar las variantes de Híjar y Azaila, pero desde entonces no hemos recibido más información al respecto”, agregó López, al tiempo que aprovechó para demandar las necesarias autovías en la provincia de Teruel, como la A-25 y la A-40, que serían clave para mejorar la conectividad en la región.
López también hizo referencia a las declaraciones del equipo ministerial sobre reemplazar estas autovías por vías de dos carriles más uno, mostrando su desacuerdo ante esta propuesta y lamentando la falta de claridad sobre futuros desarrollos.
En un tono igualmente crítico, el consejero recordó las dificultades vividas por los conductores durante el puente de la Constitución, atrapados en embotellamientos que podrían haberse evitado con una gestión más eficiente de las obras en la A-23 y la N-330.
La sesión además abordó la problemática del servicio ferroviario, donde se evidenció la insatisfacción de los aragoneses con la línea de Alta Velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona, ya que muchas veces el AVE no cumple con sus horarios.
López expresó su deseo de que el futuro servicio AVE a 350 km/h incluya paradas en la segunda estación de Zaragoza, beneficiando así a proyectos de desarrollo en la zona. También subrayó la necesidad de una línea de Cercanías entre Zaragoza y Huesca, enfatizando el sentimiento de abandono sobre este territorio en comparación con otros que reciben más atención estatal.
El consejero reclamó la electrificación del tramo Teruel-Sagunto y el reconocimiento como prioridad de la Travesía Central del Pirineo, así como la Línea Zaragoza-Pau-Canfranc, resaltando su importancia para la conexión transfronteriza.
En cuanto a la gestión aeroportuaria en Aragón, López se comparó con el éxito del Aeropuerto de Teruel, en contraste con los de Huesca y Zaragoza, cuya administración está a cargo del Ministerio y Aena.
Durante el debate, el diputado del PP, Antonio Romero, instó al PSOE a disculparse por los retrasos en las inversiones necesarias para las carreteras estatales, acusando a los socialistas de haber dejado una red secundaria en estado lamentable.
En respuesta, el representante del PSOE, Daniel Alastuey, argumentó que López había adoptado una postura de "poli malo". Afirmó que los retrasos en infraestructuras no son un fenómeno nuevo, ya que históricamente todas han experimentado lentitud en su desarrollo.
Por otro lado, la parlamentaria de Vox, Carmen Rouco, criticó el bipartidismo en la política aragonesa y denunció que los acuerdos entre PP y PSOE en Bruselas son parte del problema que enfrenta la Travesía Central del Pirineo.
Desde CHA, Isabel Lasobras cuestionó la equidad en la atención que recibe Aragón en comparación con otras comunidades, insistiendo en que Aragón no debe ser considerado como una periferia olvidada.
Por su parte, Tomás Guitarte, portavoz de Aragón-Teruel Existe, expresó su frustración por la falta de avances en la prolongación de la A-68, destacando que los aragoneses merecen representación efectiva en las instancias políticas como el Congreso y el Senado.
En una intervención irónica, Andoni Corrales de Podemos, sugirió que López parecía más un ministro que un consejero y cuestionó la gestión de las carreteras autonómicas, insinuando que siempre se busca culpar al Gobierno central.
Álvaro Sanz de IU criticó a López por instrumentalizar el Gobierno de Aragón para confrontar al Gobierno de España, sugiriendo que sería más efectivo un enfoque colaborativo. Se preguntó acerca del escaso porcentaje de ejecución de los fondos MRR destinados a infraestructuras.
Finalmente, el parlamentario del PAR, Alberto Izquierdo, enfatizó que la competencia estatal ha representado un problema persistente para los aragoneses, exigiendo que la Comunidad Autónoma tenga la capacidad y los recursos adecuados para construir sus propias infraestructuras viales.
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