La USJ lanza un programa educativo para promover la inclusión de jóvenes con discapacidad intelectual.

ZARAGOZA, 27 de junio.
La Universidad San Jorge de Zaragoza (USJ) lanzará el próximo curso académico 2025/2026 un innovador programa educativo que busca favorecer la integración sociolaboral y la autosuficiencia de 18 jóvenes con discapacidad intelectual, del desarrollo o del espectro autista. Esta iniciativa se presenta como un paso decisivo para lograr una verdadera inclusión, allanando el camino para cerrar las brechas que persisten en la educación.
La rectora de la USJ, Silvia Carrascal, ha destacado que se trata de "el proyecto más ambicioso" de la institución para el próximo año académico. Se trata de "un desafío", como ella misma lo define, que encarna "la esencia" de la universidad, caracterizada por su "pasión por educar" y su compromiso con la inclusión, según comentó durante el acto de presentación realizado este viernes en la sede del Grupo San Valero.
El evento contó con la presencia de representantes del ámbito educativo y social, como María Victoria Alquézar, directora general de Igualdad de Oportunidades del Gobierno de Aragón, y Clara Isabel Díaz, representante de la Fundación ONCE, entre otros. La invitación estuvo abierta a asociaciones del tercer sector y a familias interesadas en que sus hijos se integren en esta novedosa propuesta formativa universitaria.
Esta iniciativa, enmarcada dentro del 'Programa Unidiversidad', tiene apoyo financiero del Fondo Social Europeo+ y de la Fundación ONCE, que ha confiado en la Universidad San Jorge para implementar por primera vez en Aragón un programa que ya ha realizado nueve ediciones y que involucra a 31 universidades a nivel nacional.
El curso, sin costo alguno para los participantes, ha sido desarrollado en colaboración con ATADES, con el respaldo de Down Huesca. Se compone de 220 horas lectivas, de las cuales 150 se llevarán a cabo en el aula con docentes especializados, mientras que las otras 70 horas se dedicarán a experiencias inclusivas, donde los alumnos interactuarán con estudiantes de diferentes programas académicos de la universidad.
Los jóvenes que deseen formar parte de esta primera edición deberán tener una discapacidad reconocida de al menos un 33% y estar dentro del rango de edad requerido, es decir, haber cumplido 18 años o cumplirlos durante el curso, y ser beneficiarios del Sistema Nacional de Garantía Juvenil.
“Nuestro objetivo es transformar la vida de estos 18 jóvenes que se integrarán en nuestro campus como nuevos estudiantes universitarios. Serán un modelo a seguir en nuestra comunidad y estamos seguros de que aportarán una energía renovada a nuestra dedicación por educar", afirma Carrascal.
La finalidad del programa es "cerrar brechas", atender necesidades urgentes y contribuir a crear una sociedad que sea verdaderamente inclusiva, como ha resaltado la rectora.
Con este enfoque, Carrascal espera que más entidades y empresas se sumen a la iniciativa, donde los estudiantes realizarán 200 horas de prácticas tras completar un itinerario que incluye formación en gestión emocional, habilidades sociales, competencia digital y primeros auxilios, entre otros aspectos significativos.
Los profesores involucrados han presentado los detalles del programa, haciendo énfasis en que esta experiencia universitaria es crucial para que los futuros alumnos adquieran las habilidades necesarias que les permitan avanzar hacia la autonomía y la integración laboral.
Con respecto a la formación específica, se ofrecerán opciones como "metodologías, recursos y medios para la accesibilidad cognitiva" y "logística y comercio online".
La rectora añade que esta iniciativa representa “un paso firme hacia la inclusión real”, enfatizando que el simple hecho de que estos jóvenes decidan ingresar a la universidad demuestra su valentía y determinación.
El impacto de esta experiencia formativa, que se adapta a las capacidades de cada estudiante, será fundamental para garantizar su futuro laboral, basado en sus talentos individuales. Además, Carrascal menciona que los alumnos también dejarán una "huella" en las empresas y en el personal docente.
La directora general de Igualdad de Oportunidades, María Victoria Alquézar, también subrayó la importante contribución que estos estudiantes harán a sus compañeros, sugiriendo que su perspectiva única podría enriquecer a todos, hasta el punto de que, en tono de broma, mencionó que tal aprendizaje podría ser objeto de créditos académicos.
Además, Alquézar resaltó la necesidad de asegurar los derechos de las personas con discapacidad en diversos ámbitos, como el sanitario, educativo y laboral, para combatir el alarmante número de desempleo en este sector.
“Tenemos que dotar a estos jóvenes de competencias esenciales para navegar en el entorno laboral. Estos itinerarios son amplios y no imponen límites a ninguna capacidad”, concluyó.
Finalmente, Clara Isabel Díaz, técnica de la Fundación ONCE, destacó la importancia de alcanzar una educación universitaria inclusiva que facilite a los jóvenes con discapacidad la transición a la vida adulta y les brinde experiencias significativas que fomenten su integración.
Por su parte, Félix Arrizabalaga, gerente de ATADES, calificó este evento como "un hito" para la organización, subrayando que esta iniciativa permitirá a los jóvenes acompañados por ATADES a lo largo de su vida y contribuirá a construir una universidad más justa e inclusiva.
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