Crónica Aragón.

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La Universidad de Zaragoza suspende actividades del 3 al 17 de agosto y limita su consumo eléctrico.

La Universidad de Zaragoza suspende actividades del 3 al 17 de agosto y limita su consumo eléctrico.

El pasado 30 de julio, se anunció que la Universidad de Zaragoza llevará a cabo su habitual pausa estival del 3 al 17 de agosto, un período durante el cual las instalaciones permanecerán cerradas al público. Esta decisión, que se ha implementado anualmente durante casi diez años, tiene como objetivo principal la racionalización de los recursos públicos, dado que la actividad académica tiende a ser escasa durante el verano. Solo los sistemas esenciales y de seguridad se mantendrán operativos en la mayoría de los edificios.

Esta medida resulta en un ahorro energético considerable, ya que se estima que evita el consumo de más de 1,5 millones de kilovatios hora, una cifra equivalente al gasto energético de la universidad durante un mes completo. Este arriesgado enfoque se traduce también en una reducción de gastos superior a los 350.000 euros, lo que subraya la importancia de la gestión eficiente de los recursos universitarios.

El cierre estival forma parte de un proyecto más amplio de sostenibilidad institucional que ha venido desarrollándose en la universidad. Este esfuerzo no solo pone de manifiesto el compromiso de la institución con el servicio público, sino que también está alineado con los postulados de la Agenda 2030 de la ONU, particularmente en lo relacionado con la energía accesible y limpia (Objetivo de Desarrollo Sostenible 7), la acción climática (ODS 13) y la creación de ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11).

La Universidad de Zaragoza ha implementado, además, diversas estrategias para optimizar el consumo energético, como cierres planeados y ajustes en la climatización de acuerdo con las necesidades específicas de cada edificio. Desde 2021, se han instalado 15 sistemas de energía solar fotovoltaica en sus techos, contribuyendo a aumentar gradualmente la capacidad instalada. Este avance en la producción de energía solar ayuda significativamente a disminuir la huella de carbono de la universidad.

Durante el mes de julio, se celebró un año desde que se realizó una de las mayores iniciativas de instalación de paneles solares por la universidad, que comprende 6.650 paneles generando 551.624 kWh. Esto, junto con las instalaciones anteriores, cubre alrededor del 5% de la demanda energética total. Cada edificio con estas instalaciones puede autoabastecerse en un 20% de sus necesidades eléctricas en promedio.

En el inicio del próximo curso académico, se inaugurará la mayor cubierta fotovoltaica de la universidad, ubicada en la Facultad de Medicina, que constará de 787 paneles y generará anualmente aproximadamente 600.632,15 kWh, marcando una importante inversión en sostenibilidad energética.

Los nuevos sistemas de energía solar tienen un periodo de amortización inferior a cuatro años, lo que, junto a la inversión constante en gestión energética, permite a la universidad maximizar su consumo energético diario de forma eficiente.

La dirección de la Universidad de Zaragoza enfatiza que la colaboración de toda su comunidad, incluyendo a profesores, personal administrativo y estudiantes, es vital para alcanzar los objetivos de sostenibilidad propuestos. Así, se invita a que, antes del cierre por vacaciones, se realicen ciertas acciones como apagar equipos, evitar el 'stand-by', y asegurar el correcto apagado de la iluminación y equipos de refrigeración.

Tal como ha sucedido en años anteriores, algunos espacios permanecerán abiertos durante este cierre estival, incluyendo el Hospital Clínico Veterinario, la Residencia de Jaca, el Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles, así como el Colegio Mayor Universitario Pablo Serrano, que funcionará en el marco de un programa de intercambio, y el edificio CEMINEM, que mantiene su operatividad regular debido a su naturaleza especial.