Crónica Aragón.

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La muestra de la DPZ por el 600 aniversario del Hospital Nuestra Señora de Gracia atrae a 36,500 visitantes.

La muestra de la DPZ por el 600 aniversario del Hospital Nuestra Señora de Gracia atrae a 36,500 visitantes.

ZARAGOZA, 7 de diciembre. La gran exposición que conmemora el 600 aniversario del Hospital de Nuestra Señora de Gracia ha recibido una notable respuesta del público, atrayendo a 36.500 visitantes hasta el momento. Organizada por la Diputación de Zaragoza en el majestuoso palacio de Sástago, la muestra estará abierta al público de manera gratuita hasta el próximo 29 de marzo. A través de 267 objetos, la gran mayoría inéditos y procedentes de 21 colecciones, se repasa la rica historia de esta institución que sentó las bases del actual Hospital Provincial.

Bajo el título 'El Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. El hospital de la ciudad y del mundo', la exposición ofrece a los asistentes una visión profunda sobre los orígenes y la evolución de este centro, que ha sido parte integral de Zaragoza y Aragón desde su fundación en 1425 por el rey Alfonso V el Magnánimo.

Este hospital se erige como el segundo más antiguo de España, justo detrás del Hospital San Pablo de Barcelona. Durante 130 años, estuvo bajo la gestión de la Diputación de Zaragoza, lo que demuestra su importancia en el cuidado de la salud pública en la región.

Los horarios de visita están establecidos de martes a sábado de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas. Los domingos y festivos estará disponible solo en horario matutino, y los lunes permanecerá cerrado. Es importante señalar que la exposición también cerrará el 12 y 13 de octubre.

La exposición se organiza en ocho secciones, comenzando con el lema que ha guiado al hospital desde su origen: "Casa de los enfermos de la ciudad y del mundo". Con un enfoque universal, la institución fue concebida para atender a todos los seres humanos sin distinción de su condición económica, ofreciendo atención sanitaria a hombres, mujeres, niños y ancianos por igual.

La segunda sección se centra en los edificios que han albergado el hospital, destacando la importancia que tuvo como un enclave urbano en el sur de Zaragoza. A lo largo de los siglos, el complejo de edificios fue objeto de transformaciones y mejoras continuas, aunque la institución enfrentó desafíos significativos, como los estragos causados por los Sitios de Zaragoza, lo que llevó a su reubicación en el antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Piedad.

La tercera sección explora el campo de la anatomía y la cirugía, una disciplina que se robusteció notablemente gracias a la cofradía de San Cosme y San Damián, que recibió, en 1488, el privilegio real para realizar autopsias, contribuyendo así a la formación de la primera sala de anatomía. La respuesta del hospital a la peste de 1564 fue significativa, y su legado se perpetuó con el aumento del estudio experimental de la patología, lo que llevó a la creación de un aula específica en 1586, utilizada por cirujanos y médicos del hospital.

Una notable influencia en la historia médica del hospital fue el joven Santiago Ramón y Cajal, quien se formó bajo la tutela del catedrático Genaro Casas. La dedicación de Cajal a la anatomía, inspirada por su paso por el anfiteatro anatómico del hospital, lo llevó más tarde a convertirse en premio Nobel.

La cuarta sección de la exhibición trata sobre la financiación del hospital, que se sustentó en diversas fuentes como limosnas, legados, administración de propiedades y otros ingresos provenientes de la Real Hacienda.

En la quinta área se aborda la atención a la demencia, que adquirió fama internacional. La rehabilitación de los enfermos mentales se llevó a cabo en edificios separados, reflejando el compromiso del hospital con la atención integral de todos sus pacientes. El Departamento de Dementes, establecido en 1829, continuó mejorando a lo largo de los años gracias al esfuerzo de la Diputación Provincial.

Asimismo, la caridad y la beneficencia son temas tratados en la exposición, donde se muestra cómo desde su fundación, la Diputación de Zaragoza integró el modelo de ayuda hospitalaria en sus políticas de beneficencia. El Hospital Provincial, como sucesor del hospital de Gracia, ha continuado con esta labor altruista, colaborando con diversas instituciones de ayuda que surgieron durante el Antiguo Régimen.

La séptima sección se dedica a la botica del hospital, la cual era crucial para la preparación y dispensación de medicamentos. Aunque poco se conserva de la farmacia original, su legado se mantiene vivo a través del patrimonio del Hospital Provincial, que exhibe una botica renovada en 1881 con sus elementos originales.

Finalmente, el último ámbito está dedicado al Hospital Provincial, cuyo nombre se asocia con el antiguo hospital de Gracia, destruido durante las guerras napoleónicas. Aunque la idea de reconstruirlo fue abandonada, el Hospital de Convalecientes continuó la labor asistencial y gestionada por la Diputación Provincial, la cual ha trabajado incansablemente en su mejora y adecuación a lo largo de los años, consolidando la importancia del centro en la atención pública de salud de la región.