La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha protagonizado una visita polémica al Palacio de La Aljafería en Zaragoza. Montero, quien se desempeña como ministra de Igualdad en funciones, presidió un encuentro sobre derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el marco de la Presidencia española de la Unión Europea.

Antes de comenzar el evento, Montero realizó un saludo "protocolario" a las puertas de La Aljafería. Sin embargo, llamó la atención que no se estrechara las manos con la presidenta del parlamento, Marta Fernández, algo que sí hizo con otras autoridades presentes, como el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, y la consejera de Bienestar y Familia del Gobierno de Aragón, Carmen Susín (PP).

Además, la secretaria de Estado de Igualdad en funciones, Ángela Rodríguez Pam, también hizo el gesto de saludar a Fernández, aunque esta no lo correspondió. Por su parte, Montero justificó su actitud afirmando que simplemente estaban realizando un saludo protocolario y que estaba encantada de poder defender el derecho al aborto, a la educación sexual y los derechos feministas.

La ministra también afirmó que la presencia de aquellos que niegan los derechos de las mujeres en las instituciones es algo positivo, ya que permite que estén representados y así poder combatir su negación de los derechos. Según Montero, la defensa de los derechos feministas es la mejor defensa contra aquellos que intentan negar los derechos de la mitad de la población.

Por su parte, fuentes de la Presidencia de las Cortes de Aragón afirmaron que todo transcurrió con normalidad y que era responsabilidad de la ministra iniciar el saludo protocolario.