Este viernes, los equipos de rescate formados por el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, en colaboración con expertos en montaña de la Unidad Militar de Emergencias (UME), han descubierto el cadáver de un joven montañero estadounidense de 27 años en la escarpada cara norte del Monte Perdido, en la comarca de Bielsa, en Huesca.

El hallazgo se produjo alrededor de las 13:15 horas en un área de difícil acceso, con una caída de aproximadamente 200 metros, según informa la Benemérita.

Las labores de búsqueda se iniciaron el 14 de julio tras recibir la alerta. El joven había dejado su vehículo en Torla el 9 de julio, y como no regresó a su hogar el 12 de julio como tenía previsto, se activaron los protocolos de búsqueda.

El operativo, denominado Operación de Rescate Complejo (ORC), movilizó a efectivos del GREIM de diversas provincias, incluidas Aragón, Navarra y Lérida, así como la Unidad Aérea de Benasque, que contó con guías caninos, perros entrenados para la búsqueda de personas y pilotos de drones. Estos equipos recorrieron las diferentes áreas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, incluyendo Pineta, Añisclo y Ordesa.

Las acciones de búsqueda se extendieron durante los días siguientes, con la participación de diversas unidades de la Guardia Civil, como el Equipo Pegaso y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de Aragón.

El 2 de agosto, la UME se unió al operativo, aportando personal especializado en montaña, un servicio cinológico y operadores de drones. Estos equipos trabajaron en conjunto con el Instituto Armado para explorar las zonas más inaccesibles y técnicamente desafiantes del Parque Nacional.

Finalmente, el cuerpo del montañero fue evacuado por la Unidad Aérea de Benasque a través de un ciclo de grúa, siendo trasladado a la helisuperficie de Boltaña, donde los servicios funerarios aguardaban para llevarlo al Instituto de Medicina Legal de Zaragoza y confirmar su identidad.